Si fumas, ahora existe un riesgo adicional al compartir cigarrillos de tabaco o electrónicos.
La pandemia podría cambiar partes inesperadas de nuestras vidas en los próximos años, dicen los expertos.
Al principio de la pandemia, el doctor Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, dijo algo que recibió mucha atención: los apretones de mano debían convertirse en una práctica del pasado.
En aquel momento sonó exagerado.
Pero a medida que la epidemia se ha extendido y nos hemos vuelto más conscientes de los gérmenes y la higiene, “es probable que algunos de los cambios que realizamos sean bastante duraderos”, dijo Malia Jones, quien investiga entornos sociales y exposición de enfermedades infecciosas en el Applied Population Laboratory de la Universidad de Wisconsin–Madison.
Soplar las velas de tu pastel
La tradición de cantar alrededor de un pastel de cumpleaños y soplar las velas podría desaparecer.
“Escupir todo el pastel siempre me ha parecido asqueroso”, afirmó Susan Hassig, profesora adjunta de Epidemiología de la Universidad Tulane en Nueva Orleans.
Sin embargo, es cantar lo que realmente plantea un mayor riesgo en cuanto a la propagación de microgotas que puedan tener enfermedades respiratorias, como el nuevo coronavirus, afirmó Melissa Nolan, profesora adjunta de Epidemiología en la Universidad de Carolina del Sur en Columbia. Lo mejor es salir al aire libre a cantar el cumpleaños y separarse un poco también, dijo.
Dar una calada al cigarrillo de un amigo
Si todavía fumas tabaco, ya sabes que deberías dejar de hacerlo. Pero ahora existe un riesgo adicional al compartir cigarrillos de tabaco o electrónicos. En cuanto a la marihuana, cada vez más usuarios están optando por los comestibles durante la pandemia.
Las ventas legales de comestibles aumentaron un 32,1 por ciento la semana del 20 julio en comparación con la semana del 6 de enero en California, Colorado, Nevada y Washington, de acuerdo con datos de Headset, una compañía de investigación de mercado de cannabis. Los productos de inhalación como porros previamente enrollados y cigarrillos electrónicos de vapeo se vendieron menos en comparación con el mercado de la marihuana en general.
“Es poco probable que muchas personas hoy en día se sientan cómodas de compartir un mismo porro en un círculo de amigos”, dijo Cooper Ashley, analista de datos sénior en Headset. Hassig agregó que compartir tragos o cigarrillos puede propagar cualquier enfermedad respiratoria, no solo el coronavirus.
Dejar que tu hijo salte a una piscina de pelotas
Nadar en una piscina llena de cosas de plástico —un material que según los expertos es especialmente efectivo para albergar gérmenes— podría convertirse en algo del pasado.
McDonald’s ya las ha ido desapareciendo de sus áreas de juegos infantiles. “No sé si vayamos a tener piscinas de pelotas en un futuro”, le dijo recientemente a la revista Time Chris Kempczinski, director ejecutivo de la compañía. “Es probable que haya buenas razones de salud pública para seguir evitándolas”.
Pasar a retocarse el maquillaje a una tienda al salir del trabajo
Había una vez, una época en la que si querías probar un nuevo maquillaje —o recibir un cambio de imagen gratis después de salir de la oficina y antes de ir por una copa— podías acercarte a los probadores o muestras de Sephora, Ulta u otras tiendas departamentales. Solo tenías que no detenerte a pensar mucho en quién había usado la brocha o el lápiz labial de muestra antes que tú. Saks Fifth Avenue es una de las tiendas que están realizando cambios al respecto. Según declaraciones de su director ejecutivo a The New York Post, las muestras reutilizables han sido reemplazadas con artículos desechables y de un solo uso.
Andar a tientas en una sala de escape
En una sala de escape, tú y tus amigos están atrapados en una habitación cerrada con un cronómetro, mientras tocan, presionan y deslizan objetos con la esperanza de desbloquear la próxima pista. En el proceso tocan la misma superficie y respiran el mismo aire.
Las salas de escape se han vuelto virtuales en la actualidad. ¿Cómo luce eso? Un operador de una sala de escape en Florida se pegó un celular a su pecho para que los participantes le dieran instrucciones a través de una videoconferencia. Ciertamente, no es lo mismo.
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