Como todavía no se avizora el final de este confinamiento, mucha gente se está desgastando. ¿Durante cuánto tiempo pueden seguir así?

Cuando comenzaron los confinamientos por la pandemia, muchas personas corrieron al rescate de sus seres queridos. Se movilizaron para enfrentar una situación extraordinaria y tendieron la mano con amor y generosidad. Recibieron con los brazos abiertos a sus hijos adultos. Corrieron a cuidar a sus nietos. Se ofrecieron para hacer las compras de sus vecinos y familiares mayores.

“Al principio, pensé que sería fabuloso”, dijo Nancy Graham de Plainfield, Illinois, sobre la idea de refugiarse en casa con su esposo y sus tres hijos adultos. “Compré rompecabezas y materiales para hacer velas. Decía: ¡Hay que ver un documental a la semana! ¡Hay que aprender algo nuevo!”.

¿Y qué pasó cinco meses después?

“Es horrible”, afirmó Graham, quien es agente de bienes raíces. “Hacía años que no estábamos todos bajo el mismo techo por más de una semana. Yo quiero matarlos, ellos quieren matarse entre sí y mi esposo se esconde en su oficina”.

Como todavía no se avizora el final de este confinamiento, mucha gente se está desgastando. ¿Durante cuánto tiempo pueden seguir así? ¿Pueden reducir su nivel de compromiso, ya sea de tiempo, dinero o apoyo emocional? ¿Y por qué todo esto es tan difícil?

“Como somos una especie social, tenemos una enorme necesidad de estar emocionalmente cerca de otras personas”, señaló Michael Kerr, psiquiatra y autor de Bowen Theory’s Secrets: Revealing the Hidden Life of Families, (Los secretos de la teoría de Bowen: revelando la vida oculta de las familias), que se basa en las investigaciones de Murray Bowen, quien consideraba a la familia como una unidad emocional. “Y, al mismo tiempo, repelemos la cercanía excesiva. En eso radica el dilema”.

El antídoto son los límites sanos.

“A la gente le da miedo fijar límites porque cree que pone en riesgo la relación”, señaló Karen C. L. Anderson, autora de Difficult Mothers, Adult Daughters: A Guide For Separation, Liberation & Inspiration (Madres difíciles, hijas adultas: una guía para la separación, la liberación y la inspiración) y coach personal que se especializa en el establecimiento de límites a nivel familiar.

“Cuando quieres decirle ‘no’ a un ser querido, temes que crea que ese ‘no’ significa que eres mala madre, mala abuela, o mala amiga. Imagínate que solo dices que ‘sí’ para no sentirte culpable después”, comentó.

“Los límites generan un ambiente para poder mantener el amor y la armonía”, señaló John Townsend, psicólogo y coautor del libro con temática cristiana Boundaries: When to Say Yes, How to Say No to Take Control of Your Life (Los límites: cuándo decir que sí y cómo decir que no para tener el control de tu vida) y anfitrión del programa Dr. Townsend Live en Crowdcast.

“Si no se ponen límites, se genera el caos”, comentó. “Los límites crean una estructura organizada dentro de la cual la gente tiene la opción de decir: ‘Puedo vivir con esto. Puedo tolerarlo. Puedo sentirme en paz y de todas maneras querer a la gente’”.

Nota completa AQUÍ.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *