Al comienzo de su mandato en 2019, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, formó una comisión para resolver el caso.


Un exjefe de la policía mexicana, encargado de operativos clave para dar con el paradero de 43 estudiantes secuestrados en 2014, se entregó el viernes a la justicia para responder a acusaciones de tortura y desaparición forzada de algunos involucrados en el emblemático caso, informaron autoridades.

Carlos Gómez, quien fuera un mando de alto nivel de la Policía Federal Ministerial, apareció en un video difundido el año pasado en las redes sociales donde torturaba a uno de los sospechosos. En su momento negó las acusaciones.

“Esta mañana en Ciudad de México se entregó voluntariamente a las autoridades, dijo el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, en un mensaje a través de su cuenta de Twitter.

Agregó que desde marzo existía una orden de aprehensión en su contra. Al comienzo de su mandato en 2019, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, formó una comisión para resolver el caso, que cimbró la gestión de su antecesor, Enrique Peña Nieto, y destapó graves fallas en el sistema de justicia local.

“Esperamos que con esta misma voluntad con la que se entregó también diga dónde están los muchachos, quién más participó en la desaparición y rompa el pacto de silencio que ha existido por años”, dijo Felipe de la Cruz, uno de los voceros de los padres de los estudiantes.

“Como jefe, él debió tener conocimiento exacto de lo que ocurrió ese día”, agregó. Hasta ahora, solamente han sido encontrados los restos de dos de los jóvenes.

Organismos de derechos humanos y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que ha realizado extensas investigaciones del caso, han pedido a las autoridades de México que amplíe las pesquisas a cuerpos de seguridad, como el Ejército.

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