Conjuro de luz (editorial Destino) es la tercera entrega de la saga Sombras de magia, de V. E. Schwab.
El quiebre definitorio ha ocurrido. Es momento de que Kell, el mago viajero, se enfrente y luche también por la vida de su hermano Rhy. Lila tratará de ayudarlo, pero Osaron se ha llenado de poder. Seguir con vida significa mantener a salvo sus mundos y conservar su magia tal como la conocen.
Conjuro de luz (editorial Destino) es la tercera entrega de la saga Sombras de magia, de V. E. Schwab. En esta, el Londres Rojo se ha inundado de obscuridad, solo un peculiar objeto proporcionará la protección necesaria para combatir las sombras. Lo que suceda aquí, repercutirá en el Londres Blanco y en el Londres Gris. Los dones de cada uno de los personajes están presentes en esta parte de la historia y en juego para lograr que su universo siga existiendo.
V.E. Schwab desvela en Conjuro de luz algunos otros personajes que dan mayor sentido y explicación de la trama, sin embargo, Kell y Lila se mantienen siendo piezas fundamentales que engrandecen su desarrollo, pero que toman giros inesperados.
“Se quedaron parados así por algún tiempo, contemplando el día, y Rhy casi olvida que Kell había venido a despedirse, que se iba, y luego una brisa los interrumpió, repentina y penetrante, y la oscuridad le susurró desde el fondo de su mente, la tristeza de la pérdida y la culpa de sobrevivir y el miedo de que seguiría sobreviviendo a aquellos que amaba.”
La magia definirá quién caerá, quién se alzará, y quién tomará el control. Será necesario emprender una carrera contra el tiempo para conseguir lo imposible. El amor estará presente a lo largo de la aventura. La oscuridad ha proyectado sus sombras, ¿aprovechará otro Londres para resurgir?
V.E. Schwab es la autora de The Near Witch , novela escalofriante de horror, y de las sagas El Archivo y Shades of Magic. Victoria sufre de un brutal caso de espíritu viajero y, cuando no anda al acecho de algún callejón parisino o recorriendo laderas inglesas, es posible encontrarla agazapada en la esquina de alguna cafetería de Nashville, tomando el té y soñando con criaturas monstruosas.