Contó a Efe durante su consulta médica en la novedosa clínica, que fue hospitalizada en julio por dificultad respiratoria.
Cansancio y un pequeño temblor en la mano son las aparentes secuelas que ha dejado la COVID-19 a Iris Sánchez, de 68 años, la primera paciente de la Clínica Post-COVID de Panamá, el único centro de este tipo en América Latina que abrió este jueves sus puertas en el país centroamericano, uno de los más afectados por la enfermedad en la región.
Sánchez, quien es funcionaria de la Caja del Seguro Social (CSS), contó a Efe durante su consulta médica en la novedosa clínica, que fue hospitalizada en julio por dificultad respiratoria.