El escultor Pedro Ramírez Ponzanelli, aceptó que no fue fácil representar todas las cualidades y bondades de los santos tlaxcaltecas.

Este día fue develada la escultura en honor a los Santos Niños Mártires de Tlaxcala Cristóbal, Antonio y Juan, en el marco del 945 aniversario de la Fundación de la Ciudad de Tlaxcala; dicha estatua coloca en el bulevar Guillermo Valle de la capital proyecta –según el obispo de Tlaxcala– los valores de valentía, generosidad, audacia y creatividad.

En el evento protocolario estuvieron presentes el Gobernador del Estado, Marco Antonio Mena Rodríguez, el obispo de Tlaxcala,  Julio César Salcedo Aquino y la presidenta municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca, además del escultor responsable de la obra, Pedro Ramírez Ponzanelli, así como integrantes del cabildo capilino.

Ahí el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo recordó que hace tres años el 18 de octubre de 2017, tres días después de la ceremonia de canonización de los Niños Mártires, saludó y agradeció al Papa Francisco la canonización de los protomártires de América, después “le entregué una hermosa estampa de la pintura de los Niños Mártires de la maestra Gabriela Lozano, el Papa la contempló en silencia y luego exclamó ‘estos niños fueron valientes, generosos, audaces, creativos, y besó la imagen’”.

En ese sentido, reconoció que la escultura que elaboró Pedro Ramírez Ponzanelli proyecta a la perfección los valores que en ese momento el Papa Francisco describió de los Niños Mártires de Tlaxcala, quienes son “los mejores hijos que ha tenido Tlaxcala” modelos de santidad para el pueblo mexicano y para la iglesia universal.

Por su parte, el escultor, Ramírez Ponzanelli comentó que fue complicado para él plasmar todas esas virtudes en la estatua, porque además se trataba de representar la fe, la felicidad, amor, y la disponibilidad de entregar su vida por la fe y amor por su pueblo.

“Los niños cuando son alegres y felices lo toman como cosa seria, comprender que hubo niños que estaban entregando su vida por una fe espiritual que llevase a una mejoría a todos, plasmarlo no fue cosa fácil, tuve que sentirlo, tuve que inspirar y gracias lo que platiqué con el Obispo encontré aspectos personales, el artista debe encontrar eso, mientras modelaba esas piezas modelaba mi alegría por estar vivo”, declaró el artista.

En su oportunidad, el Gobernador Marco Mena señaló que la obra es muy significativa, al ser un elemento de “nuestra identidad; debemos cuidarlo y nutrirlo, que estos pequeñitos sean motivo de unión e identidad en Tlaxcala”.

En tanto, Anabell Ávalos agradeció la presencia del Gobernador del Estado en tan representativo evento en el que se celebraron 495 años de la Fundación de la Ciudad, dijo que el testimonio de fe de los tres niños mártires ha sido recordado por más de 500 años y su espíritu prevalece en muchas familias, por lo que era necesario rendirles tributo.

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