San Juan Pablo II lo proclamó Beato en la Plaza de San Pedro, el 9 abril del Solemne Año Jubilar 2000.
Nació el 11 de enero de 1819, en Füssen, en la región de la Baviera (Alemania). Habiendo concluido los estudios filosóficos, fue admitido en el Seminario en septiembre de 1842, abrazando el carisma de la Congregación del Santísimo Redentor.
Fue ordenado sacerdote el 22 de Diciembre de 1844 en Baltimore, y se dedicó al apostolado de los inmigrantes alemanes en los Estados Unidos. Algunos meses más tarde fue transferido para Pittsburgo, en Pensilvania, donde trabajo como vice párroco de San Juan Neumann, superior de la comunidad redentorista.
Participó en las “Misiones de las Parroquias” en varias localidades, se distinguió siempre como un gran predicador, buen confesor y celoso pastor de los pobres y marginados. El punto fundamental de su apostolado era la educación catequetica para el crecimiento de la comunidad parroquial.
Cuido también de la formación de otros redentoristas, habiendo sido prefecto de estudios e infundido en los seminaristas entusiasmo, espíritu de sacrificio y celo apostólico.
En 1860, el Obispo de Pittsburgo propuso al Papa Pío XI el nombre de Francisco Javier Seelos como su sucesor, más este escribió al Papa pidiendo que fuese nombrado otro sacerdote.
De 1863 a 1866 trabajo como misionero itinerante en varios estados y, cuando le fue designada la comunidad de Nueva Orleáns, allí permaneció poco tiempo, pues, en la asistencia pastoral a varios docentes, contrajo la fiebre amarilla, por él soportada con paciencia y resignación, obligándolo a limitar toda su actividad pastoral.
Francisco Xavier falleció el día 4 de Octubre de 1867. San Juan Pablo II lo proclamó Beato en la Plaza de San Pedro, el 9 abril del Solemne Año Jubilar 2000. Los misioneros redentoristas lo conmemoran cada 5 de octubre.