Normalicemos hablar de la salud mental y recuerden que esperamos sus comentarios a través de nuestras redes sociales.


Cada 10 de octubre, se hace un esfuerzo por tratar el tema de la salud mental y visibilizar lo que implica vivir con una enfermedad de éste tipo en una sociedad que sigue teniendo tantas ideas erróneas al respecto.

Éste 2020 se ha vivido como un verdadero desafío en cuestión de salud mental porque a causa de la pandemia se ha puesto de manifiesto las estructuras de apoyo tan débiles que existen en la mayoría de los países para su atención y es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) éste año tienen por objetivo, promover que se aumenten las inversiones a favor de la misma.

Desafortunadamente se sigue asumiendo que son raras o cuestión de actitud, pero lo cierto es que cada vez hay más personas alrededor del mundo que las padecen en algún momento de sus vidas, que no solo aumentan el riesgo de otras enfermedades, sino que contribuyen a lesiones no intencionales e intencionales.

Según datos de la propia organización, la depresión continúa ocupando la principal posición entre los trastornos mentales, y es dos veces más frecuente en mujeres que hombres. Entre el 10 y 15% de las mujeres en países industrializados y entre 20 y 40% de las mujeres en países en desarrollo, sufren de depresión.

Así mismo van a la alza los padecimientos en adultos mayores como las demencias que oscila entre 6,46 % y 8,48% y las proyecciones indican que el número de personas con este trastorno se duplicará cada 20 años. Sin ir más lejos, éste 2020 nos ha enfrentado a situaciones tan extraordinarias que hemos tenido que usar recursos internos que no sabíamos que poseíamos, para poder adaptarnos a la situación y a causa de ello, hemos experimentado un poco de lo que sufren personas con ansiedad o depresión.

Es normal que en estos meses de tanta incertidumbre, hayamos experimentado miedo, angustia, insomnio, apatía, desánimo, pensamientos obsesivos e incluso crisis nerviosas, dándonos una ligera idea de lo que padecen algunas personas, durante años sin entender por qué y aún cuando se trata de una situación mundial donde millones de personas se están sintiendo así, seguimos estigmatizándolos, pues con ésta pandemia “tenemos que salir con un nuevo talento porque si no lo hacemos, es porque no era falta tiempo, siempre nos faltó disciplina…” y desgraciadamente mucha gente quiere romantizarla así y no asumirlo como una situación de estrés extremo que puede provocarnos ansiedad o depresión.

A ti que padeces alguna enfermedad mental, quiero que decirte que no te sucedió por ser débil o sensible, te sucedió porque al igual que cualquier otro padecimiento tiene causas multifactoriales que van desde la herencia, la alimentación, el estrés, la contaminación y factores emocionales. Quiero decirte que entiendo la lucha diaria que implica hacer algo tan simple como levantarte de la cama, que sé cuán duro es tratar de acallar tu mente cuando no deja de gritarte que saldrá mal, no importa lo que sea, saldrá mal.

Entiendo el desafío que representa para ti, acciones tan simples como conocer a alguien nuevo, ir a un sitio que no conoces o hacer una llamada telefónica, sé que muchas veces es más sencillo fingir que estás bien, antes que tratar de explicar lo que te sucede y sé lo que es lidiar con el típico “échale ganas…” de esas personas que no entienden que no es cuestión de actitud, que estás padeciendo una enfermedad real y sé que desgraciadamente esos comentarios hacen que te cuestiones que quizás no haces lo suficiente, pero léelo bien ¡no es tu culpa! bastante tienes con enfrentarte a la enfermedad, como para culparte además.

No dejes que te defina, porque eres mucho más que tu enfermedad y aunque quizás te parezca muy lejano, te puedo asegurar que mejorarás y aprenderás a lidiar con lo que te sucede.

A la sociedad nos toca dejar de juzgar a quienes padecen alguna enfermedad mental, además debemos dejar de tratar las enfermedades mentales con tanta superficialidad y dejar de lado pensamientos tan simplistas como que la depresión es estar triste, tener ansiedad es estar nervioso y ser bipolar es cambiar de estado de ánimo, por favor dejemos de usarlas como adjetivos.

No se dice “Hoy estoy depre…” mejor digamos “Hoy me siento triste…” no nos burlemos de una enfermedad tan dolorosa como el Alzheimer al decir “Ya me está pegando el alemán.” mostremos un poco de respeto y asumamos que se nos están olvidando las cosas simplemente.

No digamos “Mi amiga está bipolar…” cuando está cambiante de ánimo. No, no podemos seguir creyendo que las enfermedades mentales se reducen a eso, las enfermedades mentales representan las más duras batallas para quienes las padecen y sus seres queridos que no pueden hacer nada por ayudarlos.

Las enfermedades mentales pueden costar a quienes los padecen, años de no saber qué les pasa, años de no poder llevar una vida normal y no merecen que nos burlemos de esa manera. Si no diríamos algo como “Parezco asmático subiendo esta escalera…” no juguemos con el dolor de los demás. Si conocemos a alguien que padece alguna enfermedad mental, la mejor manera de ayudarlo es no juzgando, respetando sus límites, validando lo que siente y sobre todo, tratándolo como siempre, pues sigue siendo la misma persona.

Aprendamos a escuchar y normalicemos la necesidad de pedir ayuda, pues los tratamientos para las enfermedades mentales son tan necesarios como los que atienden otros tipos de padecimientos. Normalicemos hablar de la salud mental y recuerden que esperamos sus comentarios a través de nuestras redes sociales. ¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván.

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