Lo que comienza en los EU no es compatible con la política energética de México.
Si bien es cierto que el objetivo del gobierno morenista es alcanzar la soberanía energética, que en la práctica significa el fortalecimiento de las empresas estatales Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), bajo la dirección de la Secretaría de Energía (SENER).
También lo es que la política energética del presidente Andrés Manuel López Obrador ha provocado consecuencias con múltiples impactos, incluso legales, dentro del sector.
Las decisiones de gobierno, como cancelación de licitaciones petroleras y eléctricas, negociaciones privadas de contratos han ocasionado una degradación de calificaciones crediticias del país y las empresas estatales.
También han ocasionado demandas y amparos por limitar a las energías renovables.
Los datos numéricos en México:
Para 2020, López Obrador presupuestó más de 1 billón de pesos a las empresas productivas del Estado y SENER para recuperar la época dorada de los monopolios energéticos.
México importa 80% del gas natural que demanda el país. Este energético es fundamental para la generación de electricidad, pues representa poco más del 40% de la capacidad instalada para producir energía que involucra esquemas de generación con empresas privadas.
Lo que no ha cambiado, entre otras cosas
Uno de los principales problemas de la política mexicana es que los cargos del sector energético se otorgan por lealtad y relaciones en lugar de su capacidad técnica.
Lo que comienza en los EU no es compatible con la política energética de México
El plan energético de Joe Biden promete “descarbonizar” el sector eléctrico, desestimular los combustibles fósiles, apoyar las renovables e impulsar el auto eléctrico, para encarrilar a los Estados Unidos hacia la neutralidad de emisiones de carbono en 2050.
Es una postura opuesta a la de Donald Trump, quien echó hacia atrás regulaciones establecidas por la administración de Barack Obama y sacó a los Estados Unidos del Acuerdo de París con un discurso de escepticismo frente a la evidencia científica.
Los puntos clave de la propuesta Biden
– Poner “límites agresivos a la contaminación de las operaciones nuevas y existentes de petróleo y gas”
– “Usará el sistema de compras del gobierno federal para ir hacia vehículos 100 por ciento de energía limpia y sin emisiones”, con especial impulso al auto eléctrico.
– Dará nuevo impulso a los biocombustibles y a los biocombustibles “avanzados”, que se producen a partir de residuos de otras industrias y promete duplicar la energía eólica para 2030.
– “Tomará medidas contra las compañías de combustibles fósiles y otros contaminadores.
Los contaminadores deben asumir el costo total de la contaminación de carbono que emiten”, dice la plataforma oficial del demócrata.
– “no financiará energía sucia, ya que se asegurará de que el Banco de Exportación e Importación y la nueva Corporación Financiera para el Desarrollo Internacional reduzcan de forma significa las huellas de carbono de sus carteras.
¿Qué hará?
En el caso de la energía nuclear, en donde se quiere dar un salto hacia adelante, el giro ya se había dado con Trump, que volvió a la energía nuclear tal como lo hicieron los europeos. El próximo gobierno norteamericano considera que “una barrera clave para un mayor uso del auto eléctrico es la falta de estaciones de carga” y se compromete a la creación de 500 mil nuevos puntos de recarga junto a un plan de “crédito fiscal completo” para incentivar la compra de estos autos fabricados por la industria estadounidense.
La perspectiva tecnológica y económica
Biden promete aumentar la inversión en investigación para el abaratamiento de las baterías de litio y de los pequeños reactores modulares, impulsar la producción de hidrógeno libre de carbono al y “descarbonizar” la energía que usa la industria para fabricar acero, cemento y productos químicos.
También habrá un capítulo comercial, ya que Biden asegura que «no permitirá que otras naciones, incluida China, jueguen con el sistema, convirtiéndose en economías de destino para los contaminadores, socavando los esfuerzos climáticos y explotando a los trabajadores y empresas estadounidenses”.
Se impondrán aranceles o cuotas de ajuste de carbono a los bienes que consumen mucho carbono de los países que no cumplan con sus obligaciones climáticas y ambientales.
Soberanía energética en México
A pesar de que Rocío Nahle García, titular de la Secretaría de Energía (SENER), afirma que México se reservó el derecho de soberanía en el capítulo de energía en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), será muy interesante ver cómo reaccionan López Obrador y el equipo de la 4T; los organismos de la sociedad civil y las empresas mexicanas.
Ahora surge la pregunta ¿habrá cambios en la estrategia de la Secretaría de Energía, en Pemex y CFE? Bueno pues, respecto al combate de la contaminación en México, y aunque sea por imitación, en un futuro cercano se apliquen medidas que limite el uso de muchos artículos que, hasta ahora, y a pesar de las aprobaciones legales, solo se dijeron pero pocas se hicieron, tal es el caso el uso de bolsas de plástico, uso de vasos y platos de unicel, popotes, entre otros artículos. Aunque algunos de estos artículos se dice son biodegradables, en muchos casos no lo son.
En fin, esperemos ver los cambios que habrá en el vecino país, pero seguro estoy traerá consecuencias a México y, en otra entrega, les platicaré de qué manera tienen que ver empresas poblanas en este asunto de las energías limpias. Esperemos que todo sea para bien de la humanidad.
¿No cree usted?