Entendamos que ya sea nosotros mismos padezcamos éste síndrome, o lo padezca alguien que queremos, nos encontramos librando una lucha interna.


Como es bien sabido, no todas las personas disfrutan de la misma manera la época navideña y esto se debe a un estado de ánimo conocido como depresión navideña o blues de navidad y hace alusión a un estado de ánimo negativo que puede manifestarse tanto con desánimo, como con irritabilidad e incluso ansiedad, derivado del estrés provocado por las celebraciones decembrinas pero ¿qué sucede cuando las celebraciones se adelantan tanto como para desde inicios de noviembre, ya se vean las decoraciones y los villancicos resuenen por todos lados? Eso sin contar la presencia incluso de roscas de reyes, pero ése ya es otro tema…

Lo que puede contribuir en este año de pandemia a que éste malestar se multiplique, son las expectativas tan altas que se tienen de que llegando diciembre todo habrá terminado y mágicamente la pandemia desaparecerá, eso aunado a que existe una gran sensación de incertidumbre, hartazgo y sensación de soledad, además de que mucha gente ha experimentado pérdidas irreparables a causa del COVID, se puede acrecentar el malestar en quienes ya lo padecían desde antes y presentarse por primera vez en quienes normalmente disfrutaban de estas celebraciones.

Es importante aclarar que el síndrome de depresión estacional cuyo nombre en inglés no es casualidad que se llame SAD (Seasonal Affective Disorder) no se trata de un trastorno mental, sino un estado de ánimo temporal derivado tanto del estrés de las celebraciones, de vivencias negativas asociadas a la época decembrina, así como de la disminución de la exposición a la luz del sol, que hace que los niveles de serotonina (un neurotransmisor que influye en la gestión de los estados de ánimo y los cambios estacionales) bajen, provocando menos energía y mal humor.

Por todo lo anterior, nos queda claro que se trata de un malestar real que no mejora al echarle ganas o dejando de ser Grinch, pues se escapa de las manos de quien lo padece y la presión que puede sentir de parte quienes le rodean, no sólo no ayuda, sino que incluso puede agravarlo.

¿Cómo podemos reconocer si padecemos depresión estacional o alguien a nuestro alrededor?

En primer lugar, porque sentiremos un malestar constante que se puede acrecentar a, estar en contacto con recordatorios de la época navideña, como las luces o los villancicos. También podemos reconocer un ánimo deprimido o irritable sin razón aparente e incluso una sensación de inquietud constante, que puede estar acompañada de problemas de sueño.

¿Qué podemos hacer para sobrellevar la época navideña y ayudar a quienes padecen del síndrome? Entender que sólo es temporal, que no tiene que ver con que no seamos agradecidos o conque no queramos disfrutar, sino que nuestro cuerpo o emociones pueden estar reaccionando a los estímulos de la época, por lo cual no debemos sentirnos culpables por no estar experimentando la emoción o felicidad que se espera.

Debemos además reconocer nuestros propios límites y participar sólo de aquellas tradiciones o eventos en los que nos sintamos realmente cómodos, para no agregar más presión y malestar al que de por sí ya estamos experimentando, además de ajustar las expectativas a lo que puede suceder en las reuniones, pues muchas veces esperamos que las mismas personas actúen de modo diferente y cuando no sucede, nos sentimos decepcionados.

Entendamos que ya sea nosotros mismos padezcamos éste síndrome, o lo padezca alguien que queremos, nos encontramos librando una lucha interna en la que intentamos mantener el equilibrio, para no dejarnos llevar por el malestar y que ésta sensación que no es nueva, ésta vez viene después de un desgaste emocional mantenido durante meses y un cansancio físico extremo como resultado de la pandemia, por lo que nos puede resultar más difícil que en otras ocasiones, así que seamos comprensivos y no juzguemos si alguien no se quiere unir a la celebración tan adelantada de éste año.

Respetemos los límites de cada quien y si ustedes son de aquellos que disfrutan de ésta época, llénense de energía y gozo, pero no presionen a quienes no pueden hacerlo, porque quizás estén tratando de sobrellevar el blues de navidad o sobreponerse a alguna pérdida significativa.

Espero que lo anterior les haya sido de utilidad y déjenos saber a través de nuestras redes sociales si ustedes o alguien cercano padece de depresión estacional y cómo han ayudado a sobrellevarla.

¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván.

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