Para las 50 empresas del sector hay mucho trabajo mientras dure esta emergencia sanitaria, cumpliendo con la calidad de los productos.

A raíz de la pandemia de Covid-19, la industria química en Puebla entró a una reconversión para la elaboración de gel antibacterial y desinfectantes, lo que se ha traducido en generar más de 3,000 empleos respecto a los 5,000 que venían creando, por la alta demanda de esos productos.

Luis Espinosa Rueda, vicepresidente de sectores de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación local, consideró que esta contingencia sanitaria ha traído beneficios a ese sector que no tenía una participación destacada en el mercado laboral; además que ha obligado a destinar líneas de producción para cubrir la demanda.

Incluso, destacó, dio pauta a las pequeñas y medianas industrias de abrir más canales de comercialización, como llegar a las tiendas de conveniencia o de autoservicio.

Mención que hay empresas que pasaron de elaborar 3,000 litros de gel al mes a 20,000, cantidad similar en desinfectantes, lo cual se ha mantenido en estos meses de la pandemia, “aunque al principio de la contingencia algunas fábricas del sector llegaron a vender hasta 50,0000 litros de gel”.

Indicó que para las 50 empresas del sector hay mucho trabajo mientras dure esta emergencia sanitaria, cumpliendo con la calidad de los productos.

Espinosa Rueda, también expresidente del sector, puntualizó que tampoco puede asegurar que se vayan a generar más puestos de trabajo, porque la demanda de esos productos tiene en este momento una estabilidad.

“El gel antibacterial y desinfectantes no pueden faltar en cualquier lugar, sobre todo en dependencias públicas y negocios, los cuales son compradores recurrentes y gastan entre 10,000 y 15,000 pesos al mes”, ahondó.

Otros proyectos

Por otro lado, las industrias químicas no dejan de trabajar en proyectos propios; por ejemplo, en repelentes para ropa que alejen a los mosquitos, teflón para evitar manchas y pinturas para teñir prendas a otro color sin afectar la tela, así como aditivos para motores de vehículos.

El sector está apostando por hacer sus propios productos, que son hasta 30% más baratos, con el fin de apoyar a las pequeñas y medianas textileras que buscan abaratar costos de insumos, pero sin sacrificar la calidad de sus manufacturas.

Desde hace cuatro años, con ayuda de algunas universidades, detectaron que deben importar los materiales de Europa y Asia para hacer telas más innovadoras, pero representa encarecer su producción.

Las industrias químicas no dejan de trabajar en proyectos propios; por ejemplo, en repelentes para ropa que alejen a los mosquitos, teflón para evitar manchas, entre otros.

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