Las arpías de Hitler tomaron como propia la brutal consigna de “purificar la raza” y auxiliaron decisivamente en el genocidio cometido en Europa del Este.
Wendy Lower analiza en Las arpías de Hitler (Crítica) el papel de las mujeres en la pavorosa maquinaria nazi: mientras todo parece resultado de la estructura creada alrededor de Hitler y sus secuaces, con frecuencia se olvida que ellas conformaban la mitad de la población, como en cualquier sociedad contemporánea.
Aunque la dictadura alemana las marginó, estableciéndoles un papel específico como madres y criadoras, era inevitable que ocuparan posiciones específicas en el nuevo orden como maestras, enfermeras y funcionarias menores, encargadas de organizar y supervisar la ejecución de los macabros planes raciales y bélicos.
Como tales, y además como esposas, tomaron decisiones terribles sobre miles de vidas, llegando a ejecutar incontables asesinatos. Las arpías de Hitler tomaron como propia la brutal consigna de “purificar la raza” y auxiliaron decisivamente en el genocidio cometido en Europa del Este, encubriéndolo como decisiones administrativas.
Al seguir con rigor la trayectoria de algunas de ellas, Lower reconstruye su mentalidad y motivaciones, así como el día a día de las que fueron compañeras y activas participantes en la barbarie.
Mientras que aún quedan por definir los responsables de infinitos crímenes de guerra, este libro es ante todo un recordatorio de lo que puede inspirar una ideología de odio en todo un pueblo, llegando a borrar cualquier rasgo de humanidad en sus integrantes.
“Para mujeres como (ellas), contribuir al esfuerzo de guerra iba más allá de consolar, proteger y apoyar a su pareja masculina o a su jefe fanático. Por más increíble y sorprendente que sea, estas asesinas eran expertas en los cambios de papeles, de la revolucionaria descontrolada a la sumisa y servil esposa”.