Valdría la pena que recordáramos la regla de los 4 regalos para que éste Día de Reyes. 

Sin lugar a dudas, las celebraciones decembrinas están llenas de magia y los protagonistas indiscutibles son los niños que esperan con ilusión la llegada de sus regalos, pero no todos los niños sienten la misma emoción pues los estamos acostumbrando a recibir demasiado y terminan por no poder disfrutar. No es nada sencillo poner un límite a los familiares que agasajan a los pequeños con los juguetes de moda, a veces en demasía y mucho menos sencillo es limitar a los mismísimos Reyes Magos pero tenemos que hablar sobre los efectos de abusar de los regalos en los niños. Existe una práctica generalizada de persuadir a los niños para hacer cosas, a cambio de darles esos juguetes que quieren, pero como todos los excesos, también los regalos son perjudiciales y es sobre éste tema que me gustaría escribir el día de hoy, pues estas fechas se prestan mucho para caer en la tentación de abusar de los regalos.

Vale la pena mencionar que si bien no está considerado como un padecimiento como tal, el síndrome del niño hiperregalado se ha descrito ampliamente por los especialistas que han observado un aumento de conductas relacionadas con un exceso de regalos en el día a día de los niños. Los niños actualmente tienen demasiado de todo y eso ha provocado que tengan conductas egoístas, materialistas, que tengan baja tolerancia a la frustración y que no valoren lo que tienen. Se ha observado además, que disfrutan menos de todo lo que reciben y que les cuesta más trabajo usar la imaginación y lo más preocupante es que serán conductas que se agraven cuando crezcan, provocando una severa dificultad para enfrentar la adversidad y para sobreponerse a la frustración.

La labor principal de los padres, es de dotar de herramientas útiles para un futuro, a sus hijos y es por ello que deben actuar con mesura cuando de regalos se trata pues al final, los niños pierden la ilusión y al recibir tantos regalos a la vez, terminan aburriéndose, pues pierden el interés rápidamente y es por ello que podemos aprovechar la oportunidad de escribir la carta a los Reyes Magos, como una ocasión de aprendizaje que inicia desde el momento de plantear cómo se han portado, pues eso les enseñará sobre el merecer y esforzarse, posteriormente al establecer un máximo de juguetes a pedir, el niño aprenderá a priorizar y elegir lo que realmente quiere. También se puede animar a los niños a pedir otro tipo de regalos, como experiencias (días de campo, visitas a algún sitio de su interés) o actividades con papá y mamá (como hornear galletas, jugar a la pelota, etc,) se trata de que puedan valorar también los regalos intangibles. También se recomienda que se incluyan juguetes que puedan servir para compartir tiempo como familia o entre hermanos, para promover la unión familiar y aprender a compartir.

Es muy fácil caer en la tentación de animarlos a pedir todo aquello que quieren, pero cabe recordar que sus gustos cambian rápidamente y que seguramente ése juguete que les hacía tanta ilusión hace unos meses, puedan haberlo incluso olvidado para éste momento. Sabemos que no ha sido tiempos sencillos pero tampoco se puede compensar con juguetes, todo aquello que perdieron al dejar de ir a la escuela.

Valdría la pena que recordáramos la regla de los 4 regalos para que éste Día de Reyes, traiga algo más que juguetes que terminarán arrumbados esperando las novedades para el Día del niño.

Un regalo que desee de verdad, que a pesar del tiempo siga esperando con ilusión aunque se trate de un juguete de moda.
Un regalo que pueda llevar puesto, como ropa, zapatos, una mochila, etc.
Un regalo que estimule la lectura o la creatividad, como un cómic, un libro de colorear, uno de cuentos, etc.
Un regalo que necesite de verdad.
No resulta buena idea regalar pantallas, tabletas o celulares pues además de que están contraindicados en niños pequeños porque pueden dañar su vista, los sobreestimula y promueve las actividades en soledad. Ahora que se han convertido en una necesidad, deben manejarse como tal y no como juguetes, que están al servicio del entretenimiento del niño y por ello no aceptará reglas para su uso. Si se piensa adquirir algún dispositivo de éste tipo, se sugiere no pedirlo a los Reyes Magos, sino adquirirlo posteriormente.

Tampoco se deben regalar mascotas pues no son juguetes, ni propiedad del niño. Si se decide adoptar una mascota, se sugiere hacer partícipe al niño del proceso de adopción y como familia, adquirir el compromiso que implica hacerse cargo de un animalito de por vida. Pues es una manera en que aprende el respeto a los seres vivos y la responsabilidad que implica llevar uno a casa. Sabemos que desgraciadamente muchos de los cachorritos que se regalan como si fueran juguetes, terminan en las calles cuando el niño se aburre y la familia no fue capaz de entender el compromiso que implicaba llevarlo a casa.

Optemos pues, por valorar lo que tenemos y por ayudar a los niños a hacer lo mismo, a que aprendan que los juguetes no dan la felicidad, sino que lo importante es la magia que inunda el ambiente, la ilusión depositada en Melchor, Gaspar y Baltazar que tienen como misión, agasajar a los niños como lo hicieron hace muchos años con aquel niño que nació en un pesebre.

Espero que les haya sido de utilidad y deseando que los Reyes Magos les traigan mucha dicha y salud, me despido en ésta mi primera colaboración de 2021.

¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván

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