El proceso es largo y aseguran, desgastante para la persona enferma, familiares y empleados de salud.

Paramédicos relatan el viacrucis que ha implicado trasladar a pacientes con Covid-19 a hospitales del Valle de México.

La capacidad hospitalaria en la CDMX y el Estado de México está llegando al límite, tanto que aún en ambulancias los pacientes deben esperar hasta ocho horas, en promedio, desde que llaman al 911 hasta que puedan ocupar una cama.

La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha enfatizado en que la ampliación de camas en la Capital se debe en parte a que un 30 por ciento de quienes ingresan a nosocomios capitalinos provienen del Edomex y ha garantizado que quien necesite un lugar lo tendrá.

Sin embargo, paramédicos locales explican que han batallado para encontrar camas en la Ciudad de México y desde noviembre, antes del semáforo rojo, los canalizaban en hasta siete de cada 10 veces a nosocomios mexiquenses, donde tampoco hay lugares.

El proceso es largo y aseguran, desgastante para la persona enferma, familiares y empleados de salud.

La llamada desde la central de emergencias les indica el domicilio para recoger al paciente y deben esperar al menos una hora para que les especifiquen a qué hospital llevarle.

Después de esto, toma otra hora en promedio el traslado y la espera continúa cinco o seis horas al exterior de los hospitales.

«Eso de que hay suficientes camas en la Ciudad no es del todo cierto y lo sabemos los que movemos a pacientes. De 10 casos que hay que enviar, siete llevamos al Estado, donde según nos dicen hay más lugares que en la CDMX, aunque eso tampoco es seguro», explicó un paramédico.

En las últimas dos semanas él y sus compañeros han llevado a un centenar de pacientes a hospitales mexiquenses porque les han dicho desde el centro de emergencias que ahí habría lugar.

«No importa si es la Ciudad o el Estado, ni que vayamos en la ambulancia, el problema es que todos los hospitales están llenos y sólo si mueren o los dan de alta apenas mejoran un poquito, nos dejan camas desocupadas», agregó.

«Es horrible, no hay espacio, por ejemplo el hospital del Chivatito que es de los más recientes, en menos de tres días se llenó. Hay muchos que a pesar de tener Seguro (IMSS) o ISSSTE los rechazan».

Yadira Santos, habitante de Benito Juárez, padeció la angustia de no encontrar un espacio para atención médica para su padre, junto a los socorristas.

El hombre de 75 años de edad, cuenta Santos, comenzó con dificultades respiratorias tres días después de que su sobrina, quien no ha dejado de salir por motivos laborales, dio positivo.

«Pasamos un día entero buscando hospitales, no podíamos ir por seguridad en la ambulancia, pero tampoco quisimos dejar a mi papá solo y seguimos a la ambulancia», cuenta la mujer.

Según el último balance oficial del Gobierno capitalino para el 3 de enero había 6 mil 44 personas hospitalizadas sólo en la CDMX; lo que representaba 87 por ciento de camas ocupadas.

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