Habían señalado que duraría hasta el 2025, ahora dicen que su desaparición es inminente.
El glaciar Tuni de Bolivia está desapareciendo más rápido de lo previsto inicialmente, según científicos locales, algo que probablemente agravará la escasez de agua que ya afecta a la capital, La Paz, ubicada a solo 60 kilómetros de distancia.
Científicos de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), que monitorizan el Tuni y otros glaciares regionales, dijeron a Reuters que el glaciar se había reducido a solo un kilómetro cuadrado.
Y si antes habían señalado que duraría hasta el 2025, ahora dicen que su desaparición es inminente.
“Todo este sector estaba cubierto de hielo y este glaciar ha ido derritiéndose a lo largo del tiempo”, dijo el doctor Edson Ramírez, glaciólogo de la UMSA. En gran parte del antiguo camino del glaciar ahora solo quedan rocas descoloridas, expuestas por primera vez en siglos.
Aunque el glaciar ha estado retrocediendo desde la Pequeña Edad del Hielo, cuando enormes campos de hielo cubrieron muchas montañas andinas, el clima cambiante ha acelerado el proceso, según los científicos bolivianos.
Las lluvias torrenciales y las sequías se han vuelto más comunes y las nieves de las montañas son menos predecibles, agregaron.
El clima cambiante y la rápida desaparición de los glaciares han coincidido con un traslado del campo a las ciudades bolivianas, dicen los investigadores, presionando las fuentes de agua.
Yola Choque, quien cultiva quinoa en la localidad de Viacha, a unos 25 km de la ciudad de La Paz, dice que su cosecha se ha resentido.
“Hace meses ya no llueve, yo creo que debe ser por el cambio climático, es por eso que la Pachamama (Madre Tierra) se enojó y no llueve”, dijo en su lengua nativa Aymara.
Mientras tanto El Alto, ciudad hermana de la capital La Paz, crece aproximadamente un 5% anual, según Ramírez.
Si bien las poblaciones ubicadas al pie de Los Andes no dependen completamente del agua de los glaciares altoandinos de Bolivia, el hielo de la montaña ha alimentado ríos utilizados para riego de cultivos y al menos el 20% del suministro de agua de La Paz, dicen los científicos.