Durante su plática en línea Rosangela hizo un recuento de sus 20 años trabajando en la misma compañía.
La Universidad de las Américas Puebla se engalanó con la ponencia de la primera mujer en dirigir la división de lujo de Ford Motor Company, Lincoln México: la Mtra. Rosangela Guerra, quien contó su experiencia tras 20 años de ser parte de la marca y compartió consejos para la vida profesional, desde que se empieza hasta que se asume un puesto de liderazgo.
Desde que inicio el tiempo de resguardarse en casa, la UDLAP se ha esforzado porque sus alumnos continúen recibiendo conferencias como si estuvieran de forma presencial, siendo un plus a las cátedras que reciben cada día; por tal motivo ha traído a sus pantallas a diferentes personalidades que han hablado de diversos tópicos y han alentado al alumnado a seguir esforzándose. Este es el caso de la presentación: Creciendo a través de retos y aprendizajes por parte de Rosangela Guerra, egresada de la Maestría en Mercadotecnia y designada en 2017 por Ford de México como la nueva directora de la marca Lincoln México.
Durante su plática en línea Rosangela hizo un recuento de sus 20 años trabajando en la misma compañía, desde que dejó su ciudad natal Chihuahua, su pasó por diferentes departamentos de la empresa, así como su estancia en Michigan, Estados Unidos, por tres años. En todo este tiempo, aunado a las asignaciones que tuvo, fue aprendiendo tanto en lo técnico, administrativo, como en lo personal, para su nombramiento que tuvo en 2017. “Creo que se me facilitó el estar en tantas áreas para tener una visión global y ahora poder encabezar la marca”, expresó la Mtra. Guerra.
Después la egresada UDLAP entabló una plática con los presentes, compartiéndoles consejos que ella ha puesto en práctica y que esbozó con ejemplos de su experiencia. El primero es hacer algo que verdaderamente se disfrute, representado en conseguir un trabajo que no se sienta como tal, para que una jornada larga de trabajo o con muchas actividades se torne tenue. Al conseguirlo, depende de cada uno qué tanto se desarrolle y crezca dentro de la empresa, entregando un extra para avanzar en la carrera profesional.
Asimismo, explicó que es difícil lograr un balance entre lo personal y lo profesional, a veces se tendrán demasiadas labores y otras el tiempo necesario para hacer cosas en familia. También dejó en claro que nunca se debe dejar de aprender, así sea estudiando una maestría, un curso en línea, estando en un seminario, leer un libro y ser autodidactas para proponer nuevas ideas, que se traducen en proyectos. De igual forma, la directora de Lincoln México incitó a los estudiantes UDLAP a buscar a alguien que los vaya dirigiendo cuando ingresen a un nuevo trabajo o cambien de puesto, a mentores que los vayan guiando con su sombra de liderazgo y consejos a escalar posiciones, en un proyecto a largo plazo.
Ante la duda ¿qué hacer para crecer?, la Mtra. Guerra los llamó a atreverse a levantar la mano sin pena, a hablar y compartir conocimientos, probablemente no se dé la oportunidad, pero está latente el sueño. “Mucho en lo que la gente joven ayuda es a tener puntos de vista diferentes, tengo un equipo en el que el promedio de edad es de 28-29 años y la verdad me encanta porque me hacen ver cosas que a lo mejor no domino, no estoy en esas tendencias, cómo se hace, qué podemos hacer de diferente, nunca se sientan menos por ser jóvenes”, añadió.
Obteniendo un puesto de liderazgo, la directora de Lincoln México señaló que se debe mantener el mismo ímpetu de trabajo, las relaciones establecidas en el crecimiento, rodearse de gente diferente que puedan ayudar a pensar así para tener una visión del negocio y ser “una persona que busca las mejores oportunidades para todos. Porque al final la pirámide se va haciendo más angosta y mientras más vayas subiendo son menos las oportunidades que existen, quizás mucha de esa gente con la que trabajabas en un inicio ahora trabaja para ti, pero si tú fuiste siempre leal, amigable y enseñaste, vas a formar un equipo de trabajo súper que te va a ayudar a entregar los resultados”, comentó.
Hacia el final de su presentación mostró el otro lado de la moneda: el fracaso. Ese momento cuando las cosas no salen, que es desesperante, de enojo, de inexactitudes y en que el trabajo de resiliencia surge para decir: ‘hoy no fue mi mejor día, metí la pata’, aceptarlo y decir mañana va a ser mejor. “Cuando fracasas es un gran aprendizaje, ahí te das cuenta lo que exactamente debías haber hecho para ser exitoso, seguramente la siguiente vez que lo intentes vas a ir por un camino más aplanado y vas a llegar al punto donde tú quieres. Todos nos equivocamos, entre más arriba estés más te equivocas y los errores son del nivel de las responsabilidades”, explicó la egresada UDLAP la Mtra. Rosangela Guerra.