Elementos de la entonces PGJ detuvieron a Cacho Ribeiro en Cancún

Mario Marín Torres fue llamado por primera vez como “góber precioso” por el empresario Kamel Nacif, en una conversación telefónica, la cual fue grabada y difundida el 14 de febrero de 2006, lo que generó el escándalo más grande en la historia de la entidad, sin que, a la fecha, el ex gobernador de Puebla haya podido sepultar el caso, pese a que fue exonerado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). 

Quiúbole, Kamel -así saludó el entonces mandatario
– Mi góber precioso -respondió el llamado El Rey de la Mezclilla.
Mi héroe, chingao -agregó, en tono de camaradería.
– No, tú eres el héroe de esta película, papá -elogió el varón de origen libanés.
Pues ya ayer le acabé de darle un pin… coscorrón a esta vieja ca… Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad y quien comete un delito se llama delincuente… -prosiguió el mandatario.

La plática daba cuenta de la detención de la periodista Lydia Cacho Ribeiro, quien en 2005 había publicado su libro “Los Demonios del Edén”, en el cual daba cuenta de la operación de una red de pederastas con centro de operaciones en Cancún, Quintana Roo.

Entre los involucrados, destacaban políticos y empresarios, como Nacif, quien tenía principal planta maquiladora en el parque industrial Puebla 2000.

El libro tuvo impacto a nivel nacional y en septiembre el reportero obtuvo entrevista telefónica con Cacho Ribeiro, quien, entre otras cosas, dijo que publicaría una segunda parte del libro, en el cual abundaría sobre la participación de Nacif en esa red de pederastas, la cual lideraba Jean Succar Kuri,

El 16 de diciembre de 2005, elementos de la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) detuvieron a Cacho Ribeiro en Cancún y la trasladaron en auto desde ese puerto a la capital poblana, donde era acusada de difamación por el industrial, con base en la entrevista local.

Lydia salió del penal de San Miguel tras pagar una fianza de 70 mil pesos y con la intervención de la entonces senadora priísta, Lucero Saldaña.

La grabación de la plática entre Marín y Nacif exhibió una confabulación para detener a Cacho, una violación grave a los derechos humanos, y el caso escaló hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde en 2007 fue exonerado el entonces gobernador poblano, porque el material auditivo no había sido obtenido de manera legal.

Al concluir su mandato, Marín se alejó de la vida pública y sólo tuvo apariciones esporádicas; pero, el 31 de marzo de 2019, participó en el inicio de la campaña del candidato priísta a gobernador, su compadre y amigo Alberto Jiménez Merino.

Dos meses antes, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, se disculpó públicamente con Lydia Cacho por la violación a sus derechos humanos.

Ese mismo año fueron libradas órdenes de aprehensión por parte de María Elena Suárez, titular del Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito con sede en Cancún, en contra de Marín, Nacif y otros por el delito de tortura, el cual no tiene prescripción, ni permite la libertad bajo caución.

De acuerdo con los dicho por Cacho, en el viaje por carretera, el cual duró más de 20 horas, fue torturada física y psicológicamente, además de sufrir tocamientos e insinuaciones sexuales.

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