A partir de marzo del año pasado, los mexicanos optaron por dedicar su tiempo libre a consultar redes sociales (principalmente WhatsApp y Facebook).

La crisis sanitaria modificó el mapa de los hábitos y el consumo cultural en México, pues se incrementó y diversificó el consumo en línea. Sin embargo, el cine se mantuvo como una de las actividades culturales de preferencia entre los mexicanos, pues previo a la pandemia tenía un 68% de consumidores y tras la pandemia creció a 73%.

Antes del Covid-19, del confinamiento y del cierre de la infraestructura cultural, las tres principales actividades culturales que se realizaban eran ir al cine, museos y conciertos; mientras que las menos frecuentes eran la visita a bibliotecas, galerías y ferias de arte, sitios arqueológicos y presentaciones de danza.

A partir de marzo del año pasado, los mexicanos optaron por dedicar su tiempo libre a consultar redes sociales (principalmente WhatsApp y Facebook), ver películas o series y tomar cursos o talleres en línea; la oferta digital de teatro, museos y presentaciones de danza, pese a que se consumió en línea más que antes, fueron las menos interesantes para el público.

Del teatro en línea, 87.4% no lo vio o lo vio menos de una hora; las visitas a museos a través de Internet no recibieron atención por parte de 64.9% o lo hicieron menos de una hora: 23.5%, lo que da un total de 88.4%.

Un tercer rubro de manifiesto desinterés fueron las presentaciones de danza/ baile en línea con 85.1% que no lo vio. Y en cuanto a los conciertos, en la presencialidad iban el 32%, pero apreciarlos en línea un 49% dijo no haberlos visto.

En cuanto a prácticas culturales, las más realizadas son leer (49%), tomar fotografías o videos (24 %) y escribir (22 %). Las menos ejercidas son danza (5.4%), hacer artesanías (5 %) y hacer teatro (4.9%). Además, de un total de 20 actividades, los encuestados respondieron que sus prácticas más comunes son escuchar música, ver videos musicales en línea y socializar en línea; las menos realizadas son escuchar audiolibros y asistir a reuniones culturales en línea.

Estos son algunos de los resultados de la Encuesta Nacional sobre Hábitos y Consumo Cultural 2020 que la Coordinación de Difusión Cultural UNAM realizó con el fin de obtener información útil para la toma de decisiones de instituciones, agentes culturales, creadoras y creadores, a partir del impacto que la pandemia del Covid-19 ha tenido en este sector.

En conferencia de prensa Juan Meliá, titular de la Dirección de Teatro UNAM, impulsor de la encuesta que fue coordinada por Julia Isabel Flores, desde el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM (IIS-UNAM), informó que el sondeo fue contestado en línea por 8 mil 780 personas de las 32 entidades de la República Mexicana, entre el 9 y el 20 de octubre de 2020, pero el 75% se concentró en Ciudad de México y en el Estado de México.

Si bien se buscó una amplia representatividad, Meliá subrayó que las personas que respondieron fueron los que están interesados en las actividades culturales.

Mientras que Flores reconoció que las personas que respondieron son, en términos generales, de clase media, con acceso a Internet y con estudios de nivel medio y superior.

Pese a ello, el estudio es, hasta ahora, el único que ha investigado los efectos de la suspensión y reclusión de la vida cultural en los públicos y en sus prácticas culturales.

El cuestionario fue dividido en seis tópicos: intereses y prácticas culturales de los participantes; hábitos y actividades desarrolladas durante la pandemia; participación y consumo de actividades culturales en línea; estado de ánimo e inquietud sobre protocolos sanitarios en las actividades presenciales; perspectivas de participación en las actividades culturales hacia los próximos meses, e información sociodemográfica de las personas encuestadas.

Fue contestada en su mayoría por mujeres (62.7% de la población encuestada), jóvenes de 15 a 19 años (32.4%), estudiantes (52.1%), y personas con estudios universitarios (63%). Del total, 48.7% radica en la Ciudad de México y 51.3% en otros estados del país.

En la interpretación de los resultados participaron el doctor Eduardo Nivón Bolán, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); Jorge A. González, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICHUNAM), la maestra Cinthya García Leyva, directora de la Casa del Lago UNAM, y Flores.

Los expertos coincidieron en que los resultados de esta encuesta son un punto de partida que permite conocer el comportamiento de las audiencias en la situación actual, e imaginar algunas de las acciones que las instituciones y los gestores culturales pueden poner en práctica en un futuro inmediato.

“Una de las conclusiones más importantes es que el consumo se diversificó, los intereses de las audiencia se ampliaron. Por ejemplo, antes de la pandemia el 23% iban al teatro y el 14% veían teatro en línea. Ya en confinamiento, el consumo de transmisiones de teatro aumentaron al 28%. Con la danza pasó lo mismo, antes iban a 11.3% y en línea la veía un 28%, con la pandemia creció a 35%. En el balance de este periodo va a tener que reconocerse la paradoja de que las actuales condiciones de confinamiento y el estallido de la difusión cultural digital han contribuido a incrementar el consumo cultural y, paralelamente, la crisis sanitaria ha provocado el derrumbamiento del tipo tradicional de oferta cultural que en algunos terrenos difícilmente se va a recuperar”, dijo Nivón.

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