La ASF determinó el uso eficiente de los recursos asignados en los dos municipios.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que los municipios de Huamantla y San Pablo del Monte ejercieron eficientemente los recursos transferidos a través del FISDMF y del FORTAMUN-DF de la cuenta pública 2019, sin embargo, tuvieron un nivel bajo respecto al control interno de los recursos.

El dictamen del municipio de Huamantla refiere que durante el ejercicio fiscal 2019 la federación transfirió 64 millones 648 mil pesos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FORTAMUNDF).

Si bien no detectó desvío de recursos o falta de comprobación, la ASF detectó que no existen normas de control interno, no cuenta con un comité ético de vigilancia y nel municipio o comprobó la competencia profesional de quienes manejaron los recursos públicos.

Además, la auditoría encontró que no existe comunicación entre las áreas y no cuenta con un manual anticorrupción, por lo que las debilidades se concentraron en el sistema de control interno de los recursos con 38 puntos del promedio general y nivel bajo.

Por su parte, la ASF auditó los 49 millones 423.3 pesos transferidos a San Pablo del Monte a través del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FISDF), donde encontró nivel bajo en el control interno de los recursos con una calificación de 28 de los 100 puntos evaluados.

Comparte con Huamantla las mismas deficiencias de control interno además de que se observó daño patrimonial por 4.6 millones de pesos por lo que ya hay demandas promovidas.

Asimismo, la ASF llamó la atención al municipio debido a que no informó a sus pobladores sobre el monto total transferido ni sobre las acciones, obras, costo por obra y metas, por lo que tuvo nivel bajo de transparencia y socialización de los recursos, aunque sí enfocó el dinero en las zonas marginadas como lo establece la ley.

Con esas observaciones de carácter técnico, la ASF determinó que los recursos manejados por ambos municipios se encontraron dentro de la norma pero fallan en la organización, transparencia, comunicación y control interno.

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