Chipre es una parada clave en la trayectoria migratoria de muchos tipos de aves que vuelan de África a Europa.
Conservacionistas en Chipre exhortan a las autoridades a expandir una prohibición de caza en toda una red de lagos salados entre preocupaciones de que los flamencos en migración podrían tragar cantidades letales de municiones de escopeta.
Martin Hellicar, director de Birdlife Chipre, dijo que los flamencos corren el riesgo de ingerir las pequeñas municiones que están en el fondo del lago mientras se alimentan. Al igual que otras aves, los flamencos tragan pequeñas piedras para ayudar con la digestión, pero no pueden distinguir entre las piedrecitas y las municiones de plomo. “El año pasado, tuvimos decenas de pérdidas de flamencos”, dijo Hellicar.
Chipre es una parada clave en la trayectoria migratoria de muchos tipos de aves que vuelan de África a Europa. El Lago Salado Larnaca, una red de humedales formada por cuatro lagos, suele recibir hasta 15.000 flamencos de climas más fríos que llegan a la costa sur de la isla mediterránea. Se quedan durante el invierno y se van en marzo. Entre otras aves silvestres que frecuentan el lago hay patos, aves limícolas y gaviotas.
La caza está prohibida prácticamente en todo el lago salado, pero cazar patos sí está permitido en la punta sur de la red.
El Servicio de Caza y Fauna del gobierno indicó que durante los dos primeros meses del año pasado se encontraron 96 flamencos muertos en los humedales del Lago Salado Larnaca como resultado de envenenamiento por plomo. Panayiotis Constantinou, funcionario de los Servicios Veterinarios de Chipre que ha realizado autopsias en los flamencos, dijo que el plomo de las municiones envenenó a las aves.