Cientos de poblanos aguardaban su ingreso para obtener la anhelada vacuna, cerca de las 2 de la tarde aún estaban ingresando personas cuyo turno era a la 1:20.


El señor Porfirio vive en Bosques de Manzanilla, aunque se ubica al norte de la ciudad fue incluida en la lista de colonias para la primera fase de vacunación contra COVID19 a personas de más de 60 años de edad de la capital poblana.

El sombrero que portaba le ayudó a soportar el intenso calor y sol de este lunes, pues llegó — acompañado de sus hijas– desde las 9 de la mañana para ubicar la fila donde debía formarse.

La espera para ingresar con su turno de las 10:40 fue de más de una hora, sin embargo, dijo que valía la pena, pues antes que todo está la salud para poder seguir trabajando como herrero para sustentar a su familia.

Señala que la inyección no le dolió mucho, apenas un pellizco para evitar la enfermedad que ha cobrado la vida de más de 10 mil poblanos.

Desde que ingresó hasta que salió del punto de vacunación en el Centro de Convenciones de la BUAP tardó 4 horas, que se le hicieron menos porque adentro «había música y danzón» y muchas personas de su edad con las que era fácil platicar de sus tiempos».

Mientras él salía dichoso, cientos de poblanos aguardaban su ingreso para obtener la anhelada vacuna, cerca de las 2 de la tarde aún estaban ingresando personas cuyo turno era a la 1:20, adentro tendrían que esperar más tiempo.

En el primero de cuatro días de vacunación, las inmediaciones lucían abarrotadas de personas de la tercera edad y sus familiares quienes se intentaban atajar del sol con sombrillas y sombreros, o bien con los papeles que llevaban en las manos, la mayoría permanecía de pie.

Los vendedores ambulantes aprovecharon para ofrecer aguas, galletas, sombrillas y sombreros, pero muchos preferían no ingerir bebidas para evitar tener que ir al sanitario, ya que no había afuera del recinto.

Las filas llegaban hasta la 14 Sur, incluso quienes aguardaban a ingresar por la puerta 4 a la altura de Contaduría estaban formados sobre el bulevar Valsequillo casi llegando al puente elevado, exponiendo su integridad física.

Por ello reclamaron a las autoridades que no se haya permitido el ingreso en vehículos o bien que los ciudadanos pudieran hacer fila al interior de CU, pues el atraso de más de dos horas en la aplicación de vacunas provocó la aglomeración de personas, así como un intenso congestionamiento vial en la zona, peor al que se causa cuando ocurre el registro de jóvenes que aspiran a ingresar a la BUAP.

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