A la par que avanzaba la caravana, el sacerdote con ayuda de altavoces realizaba los rezos obligados para esta época. 

Por segundo año consecutivo, la pandemia obligó a cancelar las actividades religiosas que implican la aglomeración de personas, como es el caso de los viacrucis, sin embargo eso no impidió que las y los poblanos mantuvieran tradiciones como la colocación de adornos.

En la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, reconocida por su representación de la pasión de Cristo, por segunda ocasión no se realizó la puesta en escena en la que participan más de 500 actores.

La capilla de Cristo Rey, en donde se lleva a cabo tal muestra, luce vacía, sin embargo esto no impidió que algunos de los habitantes colocarán las tradicionales alfombras de aserrín por lo menos en el frente de su casa.

En la junta auxiliar de la Libertad, el viacrucis fue modificado debido a la pandemia, las imágenes realizaron el recorrido en automóviles y el sacerdote se encargó de dar lectura a cada una de las estaciones desde un megáfono.

Los pobladores colocaron adornos morados y en algunos casos también alfombras en aquellas calles recorridas por las imágenes.

En la capital poblana, el viacrucis fue cancelado, aunque mediante redes sociales de la arquidiócesis y la Upaep se transmitió un programa dedicado a la historia e importancia de la tradición en Puebla.

Finalmente, es importante señalar que decenas de fieles hacen filas para visitar los templos que resguardan a las imágenes más representativas del viacrucis, como es el caso del señor de las Maravillas.

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