Siguen viendo al electorado como voto y eso es muy mezquino, como mezquino también el tema tan lamentable del colapso de la línea 12.


Iniciaron
las campañas locales a diputaciones y ayuntamientos en la entidad poblana. Todos desvelados por dar seguimiento a la calificación del Instituto Estatal Electoral para todas las candidaturas locales. Quizá excesivo para muchos por parte del IEE, el horario tan de madrugada para esta calificación, quizá estratégico por parte de este organismo para no ser portada en prensa local. Lo que sí es un hecho es que era previsible que sí o sí tenían que calificar estas candidaturas, sobre todo las que tuvieran conflicto por impugnaciones que en su mayoría son candidaturas del partido hegemónico.

Nadie en su sano juicio hubiera corrido el riesgo de no calificar las candidaturas al minuto para la hora porque eso hubiera implicado desestabilizar las elecciones no sólo de la entidad sino ser referente para desestabilizar las elecciones en el país. Y a nadie le convendría eso, particularmente al partido oficialista.

Y como dirían coloquialmente, “el horno no esta para bollos” es decir: el humor social, los conflictos entre grupos al interior del partido oficialista, la economía, la polarización. Todo el ambiente socio político es, en serio lo digo, una verdadera bomba de tiempo.

Las campañas arrancaron entonces sin contra tiempos, quizá los menores fueron ajustes de programación en algunas candidaturas. Lo esperado y que ya lo habíamos suscrito en anteriores colaboraciones, la alianza opositora al partido oficialista realiza estrategias de campaña de contrastes en función de la eficacia o ineficiencia en el ejercicio de gobierno.

Respecto a los punteros en la capital del estado, la estrategia de contraste la llevan los candidatos a cargos federales, mientras que el candidato por la alcaldía es mesurado y esa es una estrategia asertiva, máxime que su principal oponente es mujer y es regla de oro de la comunicación política no atacar a una mujer. Además, las estrategias deben ser adecuadas a cada personalidad de los candidatos para que sean estrategias genuinas así que, no veo un Eduardo Rivera atacando directamente a una Claudia Rivera.

Respecto a la candidata del partido hegemónico, cambiar el tono de guindas a blancos ha sido un acierto a su apariencia física. Se, es muy machista hablar de su apariencia en lugar de hablar de las propuestas cuando se trata de una mujer quien es la que compite. Por ejemplo, no hablamos de la imagen de Lalo, nadie dice que se ve igual de atractivo y joven que siempre, pero sí hablamos de la imagen de Claudia que, dicho sea de paso, realmente sí se ve una mujer muy atractiva y que es parte de un trabajo acertado de su equipo de imagen pública y también ha sido un acierto.

La narrativa de ella y de todos los candidatos de la alianza Morena PT, está basada en la narrativa de Andrés Manuel López Obrador y sí, se deben anclar de esta narrativa que ha sido tan acertada para el presidente en términos comunicacionales.

Cuando se polariza con este tipo de narrativas, gana quien tiene más electorado de un lado del polo y esa narrativa está dirigida a estratos socio económicos medio bajo y bajo, educación básica y no tendremos adivinar qué lado, con la realidad mexicana, tiene más electorado porque es justo este estrato y el voto duro del partido oficialista.

Ahora bien, es su mayoría de las campañas que no en todas, pero sí en su mayoría, están dejando a un lado la pandemia, conglomerado de gente, optimismo de salir adelante, que si eso lo capitaliza la competencia opositora puede ayudar a hacer campañas de contraste.

Pero más allá de las estrategias políticas y de comunicación. Me parece que nos siguen quedando a deber todas y todos para utilizar la creatividad ante tiempos que no habíamos vivido porque también mediría que tan capaces son de reaccionar ante condiciones adversas e inimaginables como la pandemia. Pero no, siguen todo un formato previo establecido y repetitivo y el humor social, las condiciones no están para repetir fórmulas sin contextualizar.

La terrible tragedia de la línea 12 del metro CDMX justo al inicio de campañas

Y éticamente hablando, pero también en términos prácticos, la ciudadanía está ávida de acciones hoy más que nunca, el hartazgo y las emociones negativas están a flor de piel, en parte por la polarización sí, pero también por el escenario económico y de confinamiento de la pandemia y eso ninguna y ninguno lo han visto.

Siguen viendo al electorado como voto y no como un conjunto de seres humanos. Y eso es muy mezquino, que es parte del lado obscuro de la política el que no se ve, pero se practica tanto como la practicidad de cumplir el objetivo de ganar.

Como mezquino también el tema tan lamentable el colapso de la línea 12 del metro de CDMX que cobro oficialmente 25 vidas y decenas de heridos. Aquellos que especulen si repercute directamente en Morena, mi opinión es que no. Morena es López Obrador y Obrador permanece inoculado ante cualquier crítica. Podrán ser culpables otros, acorde a la narrativa política del primer mandatario, otros como Marcelo Ebrard, Mario Delgado incluso Miguel Ángel Mancera, pero, López Obrador saldrá bien librado.

Pero tan mezquino es utilizar esta tragedia para hacer campaña negativa a costa de vidas humanas, como mezquino quien por acción u omisión provoco este desplome.  Porque es una tragedia no natural; no es un terremoto, no es un huracán, es una tragedia que pudo prevenirse, así que por acción u omisión es una negligencia imperdonable.

Twitter @AlesandraMartin

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