Desde hace años existen grupos de personas que piensan que la mejor opción de Gobierno es instaurar monarquías.
No son clubs de fans de la serie The Crown. Tampoco son sectas ocultistas, ni grupos de WhatsApp. Son organizaciones políticas, grupos de personas que buscan un destino para sus naciones: que tengan reyes y reinas.
En algunos países de América Latina hay grupos monarquistas que se reúnen, discuten en redes sociales y militan por la instauración de la corona en un continente donde las corrientes republicanas se institucionalizaron como en ningún otro lugar del mundo. Pero ¿hay que tomarlas en serio?
La única experiencia monárquica duradera –si se descartan las del Imperio Inca y Azteca– fue la de Brasil, cuyo proceso de independencia cuenta una historia diferente a la de sus vecinos. El país no rompió sus lazos con la corona portuguesa como lo hizo el resto de la región con su equivalente español. Por el contrario, el rey portugués Juan VI dejó a su hijo Pedro a cargo de la jefatura de Estado de Brasil. Pedro I, como iba a proclamarse, inauguró el periodo conocido como Imperio de Brasil, que se extendió desde la independencia del país, en 1822, hasta 1889.
El periodista y escritor Laurentino Gomes, autor de una serie de libros sobre el periodo 1808-1889, explica que la élite brasileña se inclinó por la continuidad monárquica debido a dos temores principales. El primero era que una República en un país grande y diverso como Brasil degenere rápidamente en una guerra civil y se termine fragmentando. El segundo era la composición social del Brasil de ese entonces, donde la mayoría de la población era negra y esclava: la élite temía una revolución como la que había vivido Haití unos años antes, donde se produjo la primera –y única– rebelión esclavista del continente.
“La monarquía en Brasil se vende como una excentricidad. No es una opción de facto posible. Siempre que la república está en crisis política o económica aparecen voces monarquistas”, dice Gomes.
México
A diferencia de lo que pasa en Brasil -donde los monarquistas incluso ocupan bancas en el congreso- o en Argentina -donde a veces tienen circulación mediática-, en México estos grupos no están tan activos. La Asociación Monarquista Mexicana no tiene intenciones de instaurar una forma de Gobierno monárquica, sino de “informar a los monarquistas de México, que aún está viva la idea Imperial”.
Según detallan en su sitio oficial y en su página de Facebook -en la que tienen unos cinco mil seguidores- “la Asociación Monarquista Mexicana es un grupo de personas que se reúnen para discutir e intercambiar opiniones acerca de la Monarquía, así como para obtener información y datos relevantes sobre este tema”. Existe otro grupo, el Movimiento Monarquista Mexicano, pero hace años que no tiene actividad y posee un número de seguidores incluso menor al de la otra organización.
F. Vice