La pensadora visitó la Universidad Jesuita en el marco del taller Género, Raza y (contra)pedagogías de la crueldad

Rita Segato, antropóloga argentina reconocida por su mirada crítica desde los feminismos decoloniales, participó en un diálogo con el alumnado del taller sobre género y raza. Este tuvo como objetivo profundizar en torno a conceptos y prácticas de género, mandato de masculinidad, el cruce de raza y género y las estructuras de la violencia principalmente ejercidas contra las mujeres.  
 
El diálogo inició con una reflexión de la Dra. Lilia Vélez, directora general Académica de esta institución, en la que externó la preocupación de considerar los feminicidios como daños colaterales desde los discursos del poder gubernamental.  
 

Rita Segato hizo hincapié en que la violencia sobre la corporeidad de las mujeres ha dejado de ser una colateralidad para convertirse en el objetivo en sí mismo: el cuerpo femenino ya no es el botín, es un territorio de conquista directamente sometido a formas de crueldad.

 
 Entre otros temas, la activista promovió en los estudiantes la participación en el disentir y en la confrontación. Según mencionó, hay más riqueza en la producción de conocimiento tanto para los investigadores como para los estudiantes al cuestionar a los autores y confrontarlos desde la práctica, la experiencia y los otros saberes que en la aceptación sin reflexión de sus teorías y pensamientos.  
 
Al respecto, una de las grandes preguntas versó en cómo una estructura como el mandato de masculinidad se implica y reconfigura desde la experiencia de los hombres trans e, incluso, cómo implica a los hombres heterosexuales. En este sentido, reconoció que el feminismo no solo ha logrado derechos y liberaciones para las mujeres, sino también para los hombres.  
 

A manera de una lección para las generaciones actuales y futuras, Segato advirtió sobre la impredecibilidad de la historia; por otro lado, nombró en voz alta la gran necesidad de pensar en nuevas formas de relacionarnos y de imaginar formas del bien. “Que la mujer del mañana no sea el hombre que dejamos detrás”, sentenció. ​

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *