Emergen del agua para coger aire y realizan grandes e impresionantes saltos ; también se pueden escuchar sus cantos
Las ballenas jorobadas han vuelto a las costas mexicanas de Oaxaca. Desde diciembre a mayo estos enormes animales se dejan ver en la costa del Pacífico mexicano y centenares de turistas se animan a verlas de cerca ya que es una experiencia única en la vida.
Las ballenas emergen del agua para coger aire y realizan grandes saltos que dejan a su audiencia con la mandíbula desencajada.Además, no se trata solamente de saltos ya que también se pueden escuchar sus cantos.
En esta actividad no solamente se puede observar la ballena jorobada en alta mar. También se observan ballenas azules, grises y la ballena franca del Pacífico Norte. Si hay suerte también se pueden ver delfines u otros cetáceos.
La baja actividad humana en las aguas mexicanas ha sido esencial
La pandemia ha tenido su impacto en que las ballenas se animen a adentrarse en aguas mexicanas, que son menos profundas y más cálidas. Carlos Ponce, uno de los patrones de barco que se dedica a esta actividad, asegura que la poca presencia humana en estas aguas durante los peores meses de pandemia ha sido clave.
«Han tenido confianza de venir a la orilla y aquí las hemos encontrado», ha dicho Ponce, que afirma que este tipo de ballenas suelen estar a un kilómetro de la línea de playa mexicana.
Durante la estancia de las ballenas en México se reproducen. Se estima que cada año, el país azteca recibe a cerca de 3 mil de estos ejemplares y más de mil quinientos nacen en sus aguas.
Según la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, solamente hay seis estados mexicanos donde se pueden avistar las ballenas con fines turísticos: Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Jalisco, Sinaloa y Oaxaca.
F. Vanguardia