El telescopio, construido conjuntamente por agencias espaciales en Europa, Estados Unidos y Canadá, tiene como objetivo explorar las galaxias más antiguas del espacio
Se ha dado un paso decisivo en preparación para la puesta en servicio del telescopio espacial James Webb: según la agencia espacial estadounidense NASA, el protector solar del telescopio, cuyo tamaño es aproximadamente el de una cancha de tenis, quedó abierto por completo.
El despliegue finaliza uno de los procedimientos más complicados para la configuración del telescopio. Es un «hito increíble», extremadamente importante para el éxito de la misión, dijo el director del programa del James Webb, Gregory Robinson, en la sede de la NASA en Washington. Consideró que se trata de una «maravilla tecnológica”.
El telescopio, construido conjuntamente por agencias espaciales en Europa, Estados Unidos y Canadá, tiene como objetivo explorar las galaxias más antiguas del espacio.
Escudo solar de cinco capas
Durante el despliegue de ocho días del escudo protector, miles de piezas tuvieron que trabajar juntas con precisión, dijo Robinson. Según la NASA, el dispositivo de protección protegerá al telescopio de la luz y el calor del Sol, la Tierra y la Luna, y le permitirá trabajar a temperaturas de menos 229 grados.
El escudo consta de cinco capas. Cada una de las láminas es tan delgada como un cabello humano y está recubierta con metal reflectante.
El telescopio fue lanzado el 25 de diciembre en la estación espacial europea Kourou, en la Guayana Francesa.
Se espera que el telescopio vuele 1,5 millones de kilómetros en el espacio. Los científicos esperan que, entre otras cosas, sus imágenes proporcionen información sobre el tiempo posterior al Big Bang, hace unos 13.800 millones de años.
Los primeros datos e imágenes del telescopio no se esperan sino hasta el verano próximo, como muy pronto.
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