Los altos niveles de inmunidad alcanzados con vacunas o personas recuperadas de infecciones no son motivo para bajar la guardia.
Las autoridades de salud siguen de cerca las crecientes tasas de contagios de COVID-19 en el este de Europa, donde seis países -incluidas Rusia y Ucrania- han visto cómo los casos se multiplicaban por dos en las últimas dos semanas, según dijo el martes el responsable de la Organización Mundial de la Salud en Europa.
La región de 53 países, que se extiende hasta las repúblicas exsoviéticas y Asia Central, ha contabilizado más de 165 millones de casos confirmados de coronavirus y 1,8 millones de muertes asociadas a la pandemia, incluidas 25.000 sólo en la última semana, indicó el doctor Hans Kluge. “Hoy, nuestra atención se centra al este de la región europea de la OMS”, dijo Kluge en ruso en una conferencia de prensa, en la que apuntó a un brote de la contagiosa variante ómicron.
“En las últimas dos semanas, los casos de COVID-19 se han multiplicado más que por dos en seis países en esta parte de la región (Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, la Federación de Rusia y Ucrania)”. “Como se esperaba, la ola de ómicron avanza hacia el este: 10 estados miembros orientales han detectado ya esta variante”, dijo. Sin embargo, ómicron es menos grave que variantes anteriores y los sistemas de salud no se ven sobrepasados en la mayoría de los países.
Kluge intentó recalcar la importancia de aumentar la tasas de vacunación, más bajas en Europa Oriental que en el resto de la región. Menos del 40% de las personas mayores de 60 en Bosnia, Bulgaria, Kirguistán, Ucrania y Uzbekistán han completado su vacunación contra el COVID-19, señaló.
Pidió a gobiernos y autoridades de salud “que estudien de cerca los motivos locales que influyen en una demanda y aceptación menor de las vacunas y diseñen intervenciones a medida para aumentar con urgencia las tasas de vacunación, basadas en los datos específicos de su entorno”.
También dijo que “no es el momento de levantar medidas que sabemos que funcionan para reducir la propagación del COVID-19”. El jefe de OMS Europa también destacó su “mensaje de esperanza” y señaló a los altos niveles de inmunidad alcanzados con vacunas o personas recuperadas de infecciones, y al inminente final de la temporada invernal que hace que mucha gente se reúna en espacios cerrados, donde el virus puede expandirse con más facilidad.