Si las mujeres participaran a la misma tasa que los hombres, el ingreso per cápita del país sería 22% más alto.
En México, solo cuatro de cada 10 mujeres tienen o están en búsqueda de un empleo remunerado, una participación laboral femenina por debajo del promedio mundial.
De ahí que cerrar las brechas de género requiere de políticas desde los ámbitos público y privado encaminadas a lograr condiciones óptimas para que ellas entren, permanezcan y crezcan en el mercado laboral.
En 2019, la participación laboral de las mujeres en México fue tan solo de 45% comparado con 77% para los hombres, una brecha de 32%, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Si las mujeres participaran a la misma tasa que los hombres, el ingreso per cápita del país sería 22% más alto, de acuerdo con el Banco Mundial.
LEER TAMBIÉN: Excluyente, discriminador y precario: así es el trabajo para mujeres en América Latina
Estos bajos niveles de participación femenina en el trabajo remunerado y el espíritu empresarial representan una gran pérdida de productividad y, por lo tanto, una merma en el Producto Interno Bruto (PIB).
Ante esto el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) recomienda 10 acciones para alcanzar la igualdad de género en el campo laboral.
Avanzar hacia un Sistema Nacional de Cuidados asequible y de calidad: Un Sistema Nacional de Cuidados es necesario para reduciría la carga desproporcionada de las tareas de cuidado que recae en las mujeres y apoyar su desarrollo profesional.
Impulsar la corresponsabilidad en los hogares: Sin igualdad en el hogar, difícilmente se logrará igualdad en el mercado laboral. Por ello, es necesario avanzar hacia una licencia de paternidad, la cual sea obligatoria, intransferible y financiada por el Estado.
Promover alternativas de educación flexible para mujeres: Mayor nivel de escolaridad aumenta la probabilidad de acceder a empleos formales y con mayores ingresos. Existen opciones de educación flexibles para que las mujeres adquieran las habilidades que el mercado laboral demanda.
Generar información con perspectiva de género: Los datos con perspectiva de género son fundamentales para identificar y atender las necesidades diferenciadas que tienen mujeres y hombres.
Medir y visibilizar las brechas de género de las instituciones federales: Esto es fundamental para diseñar políticas basadas en evidencia que impulsen el crecimiento de las mujeres dentro de la administración pública.
LEER MÁS: Puebla y Tlaxcala, lugares 11 y 9 del país en brecha de informalidad laboral entre mujeres y hombres
Transparentar datos con perspectiva de género: Participar en plataformas e iniciativas de transparencia de datos con perspectiva de género puede ayudar a replicar mejores prácticas de equidad en el sector privado.
Realizar autodiagnósticos para medir brechas de género: Los autodiagnósticos son una herramienta útil para las organizaciones con el objetivo de identificar las barreras que enfrentan las mujeres para crecer en los distintos niveles jerárquicos y las áreas de oportunidad donde pueden incidir.
Impulsar políticas de integración vida-trabajo: Las políticas que permiten un balance entre las responsabilidades laborales y personales son necesarias para mejorar la calidad de vida de las trabajadoras.
Ampliar los permisos de paternidad: Las organizaciones pueden ampliar este beneficio al que tienen derecho los trabajadores y ser un referente para otras empresas. Actualmente la Ley Federal del Trabajo establece cinco días por permiso de paternidad con goce de sueldo al que tienen derecho los trabajadores.
Promover la certificación de igualdad laboral: La Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación (NMX-025) es un esfuerzo voluntario para impulsar políticas con perspectiva de género y no discriminación en las empresas.