El grave problema del agua en California afectará gravemente al mayor líder de producción de tomate, que ha presentado un agresivo plan para cuidar el vital líquido

El estado de California, en Estados Unidos, pasa por la peor sequía en más de mil 200 años, que ha orillado a la entidad a recolectar, reciclar y desalinizar una gran cantidad de agua, lo que podría afectar gravemente al mayor líder de producción de tomate, una materia utilizada para enlatarse como salsa y para preparar alimentos en restaurantes.

Dicha sequía obliga a agricultores a recolectar, reciclar y cuidar cada gota de agua.

Mike Montana, jefe de la Asociación de Productores de Tomate de California, señaló a Bloomberg que los agricultores están en un punto en el que pronto no habrá inventario para satisfacer la demanda.

«El cambio climático significa que la sequía no se mantendrá solamente durante dos años seguidos como lo ha hecho históricamente», dijo Newsom en un comunicado. «La sequía es un elemento permanente aquí en el oeste de Estados Unidos y California se adaptará a esta nueva realidad».

California es responsable de la cuarta parte de la producción mundial de tomate y la sequía ya comenzó a impactar algunos precios de productos hechos a base de tomate.

Las ganancias de los productores de salsa cátsup y de tomate, están siendo superadas por la inflación en Estados Unidos, lo cual se refleja en los precios de la gasolina y en el fertilizante; además, no pueden cultivar todas las hectáreas que necesitan para recuperar su inversión, pues con el calor, los tomates no alcanzan el tamaño adecuado, y todos se quedan pequeños.

Este problema es global: un estudio publicado por Nature Food, reveló que, además de Estados Unidos, Italia y China disminuirán 6 por ciento el suministro de tomates procesados para 2050.

Para este año, se espera que la producción quede por debajo de la estimación de 11.7 millones de toneladas.

El plan de California

El gobierno de de California, encabezado por Gavin Newsom, presentó por ello una nueva estrategia «agresiva» para combatir la disminución del suministro de agua en California, lo que incluye reforzar la infraestructura estatal obsoleta.

La estrategia plantea a un mayor almacenamiento de agua en la superficie, así como a mejores formas de capturar los miles de millones de litros de agua de lluvia que generalmente simplemente acaban en el océano.

También, incluye iniciativas para reciclar mucha más agua y desalinizar el agua de mar. A los residentes del sur de California se les ha dicho que no rieguen sus jardines más de una o dos veces por semana, lo que ha provocado muchas quejas entre algunos de los propietarios de viviendas más ricos de la zona.

Más allá de las sequías o inundaciones, en este cambio climático habrá menos agua disponible para el consumo de la gente», dice el plan estatal de 16 páginas.

«California debe capturar, reciclar, desalinizar y conservar más agua (…) para usar agua que de otro modo sería inutilizable, estirar los suministros con eficiencia y expandir (su) capacidad para acumular agua de grandes tormentas para tiempos de sequía».

Los científicos predicen que el abastecimiento de agua de California se reducirá 10 por ciento más en las próximas décadas, y se cree que la sequía actual es parte del proceso de que la región se vuelva más árida a largo plazo.

Ese proceso está siendo acelerado por el calentamiento global, en el que la quema descontrolada de combustibles fósiles por parte de los humanos continúa emitiendo a la atmósfera gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono.

El planeta ya se ha calentado en un promedio de 1.2 grados centígrados desde la época preindustrial, y se espera que se caliente aún más, incluso si los gobiernos cumplen con sus objetivos de reducción de la contaminación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *