Científicos estadounidenses descubrieron que no dormir las horas recomendadas perjudica la conciencia social básica del individuo, ocasionando que pierda su deseo de ayudar a otros

Además de múltiples problemas de salud como las enfermedades cardiovasculares, depresión, diabetes e hipertensión, la falta de sueño podría estar asociada también con afectaciones en el comportamiento social de las personas.

Un estudio realizado por científicos estadounidenses, publicado en la revista PLoS Biology, demostró que no dormir las horas recomendadas por especialistas perjudica la conciencia social básica; ocasionando que las personas pierdan su deseo y disposición de ayudar a otros.

Los investigadores realizaron tres estudios separados que evaluaron el impacto de la pérdida de sueño en la disposición de las personas a ayudar a los demás.

En el primer estudio, realizaron una resonancia magnética funcional a 24 voluntarios sanos para escanear sus cerebros después de ocho horas de sueño y después de una noche sin dormir. Descubrieron que las áreas del cerebro que forman la teoría de la red del cerebro, que se activa cuando las personas sienten empatía por los demás o intentan comprender los deseos y necesidades de otras personas, estaban menos activas después de una noche de insomnio.

En un segundo estudio, rastrearon a más de 100 personas en línea durante tres o cuatro noches. Durante este tiempo, los investigadores midieron la calidad de su sueño (cuánto tiempo dormían, cuántas veces se despertaban) y luego evaluaron su deseo de ayudar a los demás con acciones como mantener la puerta del ascensor abierta para otra persona, ofrecerse como voluntario o ayudar a un extraño herido en la calle.

En esta ocasión encontraron que una disminución en la calidad del sueño de una persona de una noche a la siguiente predijo una disminución significativa en el deseo de ayudar a otras personas de un día al siguiente.

La tercera parte del estudio involucró la extracción de una base de datos de 3 millones de donaciones caritativas en Estados Unidos entre 2001 y 2016. Tras analizar los datos, el equipo encontró una caída del 10 por ciento en las donaciones después de la transición al horario de verano y la posible pérdida de una hora de sueño. Esto no se vio en las regiones del país que no cambiaron sus relojes.

“Descubrimos que la pérdida de sueño actúa como desencadenante del comportamiento asocial, reduciendo el deseo innato de los humanos de ayudarse unos a otros. En cierto modo, cuanto menos duermes, menos social y más egoísta te vuelves”, afirmó el profesor Matthew Walker, coautor del estudio.

Además, se realizaron escáneres cerebrales, en los que se descubrió que una noche corta se asoció con una actividad reducida en la red cerebral cognitiva social, una región involucrada en el comportamiento social.

Pero lo que más llamó la atención de los investigadores es que el comportamiento por no ayudar se aplica tanto para a amigos y familiares como a extraños.

No obstante, Walker también reveló que este comportamiento no es permanente. “Una vez que el sueño es adecuado y suficiente se recupera el deseo de ayudar a los demás”, afirmó.

Pero también recordó que también es importante la calidad de sueño que las personas tienen.