La inflación en el país ha llevado al límite a la economía, de ahí la importancia de combatirla y un mecanismo para hacer frente a la inflación es el aumento en las tasas de interés.
Si bien la economía se está enfrentando a un escenario complicado tanto a nivel global como a nivel nacional, se observa que la economía está entrando en un proceso de desaceleración, no hay riesgo de caer en una recesión, en México no se corre el riesgo en estos momentos de caer en una recesión económica, ni el próximo año, señaló Marcos Gutiérrez Barrón, profesor de la Facultad de Economía de la UPAEP.
Agregó, “vamos a vivir una situación difícil en el aspecto económico, por lo que la gente debe estar alerta y debe continuar con su trabajo, siendo productivos y eficientes, es una situación que se puede enfrentar y que las personas han sabido sortear en otras ocasiones”.
Dijo que hasta el momento el trabajo que ha hecho la Secretaría de Hacienda ha sido bueno, pero el talón de Aquiles del actual gobierno federal es el problema de la inseguridad que impera en diferentes estados del país.
“Los ciudadanos han visto cómo crece la inseguridad de manera importante y se puede observar el impacto que tiene sobre los ciudadanos y la economía. Es decir, el hecho de que haya seguridad es fundamental para que los negocios puedan marchar bien y crecer”, asentó el académico.
El escenario económico global se ensombrece debido a los diferentes factores que se están presentando a nivel internacional, el primero es que la inflación mantiene su senda de crecimiento, la inflación en todo el mundo sigue creciendo, como es el caso de Reino Unido, que en agosto de este año registró una inflación del 10.1% y se estima que para el 2023, la inflación llegue en el Reino Unido al 18%; así como pasa en ese país, también está sucediendo en la zona Euro y en otras economías del mundo y el segundo factor es que aumentan los riesgos para las economías globales, sobre todo para Europa que va a tener menor energía, por la guerra entre Ucrania y Rusia y es probable que la zona Euro, caiga en una recesión.
Indicó que en el caso de China, también se está presentando una desaceleración en su economía, ahora registra un crecimiento sólo del 4%, cuando lo venía haciendo en alrededor de un 6% y lo mismo está sucediendo en los Estados Unidos en donde también hay una desaceleración en su economía.
Apuntó que un tercer factor que está influyendo en el escenario económico global son las tasas de interés que siguen al alza y esta situación también influye en el crecimiento económico de cada nación.
En el caso de México y de manera particular, en la economía poblana medida por el producto interno bruto y de acuerdo a los últimos datos que arroja el INEGI a través del Índice Global de la Actividad Económica, señala que la economía se encuentra en su fase de desaceleración.
Además, comentó que el mercado interno sigue siendo débil y la manufactura es uno de los sectores que ha mantenido cierta tendencia de fortaleza, pero si ésta se debilita –la manufactura- México perderá más fuerza en su crecimiento.
Dijo que de acuerdo a información del INEGI, el PIB, tuvo un crecimiento en el segundo trimestre del año del 2%, las actividades primarias del 1.4% y las actividades secundarias del 3%, en donde sobresale la manufactura en las actividades secundarias, registrando un crecimiento del 5% y es uno de los sectores que más está creciendo por el momento.
Manifestó que ante las expectativas que comparte el INEGI, respecto al segundo semestre es que el producto interno bruto para finales de este año cierre en 1.9%; la Secretaría de Hacienda lo tiene en 2.2% y lo cierto es que la mayoría de los analistas prevén un crecimiento del 1.9%, crecimiento sumamente modesto y para el 2023, el crecimiento económico aún sería menor, en 1.4%, lo que indica una economía totalmente desacelerada.
Subrayó que aún no se recupera el valor que tenía la economía antes de la pandemia y si esto sigue así, de una economía en franca desaceleración, es probable que el crecimiento promedio anual del sexenio sea de cero.
Explicó que en el caso de Puebla, presentaría una situación similar, también la economía poblana se ha desacelerado, tuvo un buen comportamiento en el primer trimestre del año, pero en el segundo semestre del de año, ha ido en retroceso.
En lo referente a la inflación, comentó que en la primera quincena de agosto fue del 8.62% mayor a la anterior y al interior como ha sucedido en los últimos datos que se han dado, el mayor incremento es el que afecta a las familias. El incremento de frutas y verduras fue de 14.27% y de los alimentos y bebidas del 13.9% anual.
La expectativa de inflación para el cierre de año se espera que sea del 8.2% y para el cierre del 2023 se considera que sea del 4.7%, es decir, sería hasta 2024 cuando la inflación alcance la cifra que había pronosticado el Banco de México y no afecte la economía de los mexicanos, que sería del 3% más 1, menos 1.
Señaló que la inflación en Puebla para la primera quincena de agosto fue de 8.18%, aunque fue menor en términos generales a la media nacional, sin embargo, la variación que tuvo en esos 15 días fue de .74%, fue la más alta de los 32 estados del país y también más alta a la media nacional en términos quincenales.
Marcos Gutiérrez refirió que la inflación en el país ha llevado al límite a la economía, de ahí la importancia de combatir la inflación y un mecanismo para combatir la inflación es el aumento en las tasas de interés.
En relación con el ámbito laboral, manifestó que se tiene un mercado laboral precario, que de acuerdo a datos del CONEVAL, al segundo trimestre del 2022, al 38.3% de la población ocupada, sus ingresos no le permitían cubrir un requerimiento esencial del ser humano que es el de comer; sus ingresos son tan bajos que le impedían llevar a cabo el tener acceso a la alimentación de una manera digna.
Dijo que a pesar de que la tasa de desocupación se encuentra en sus niveles mínimos, se escucha que hay mayor creación de empleos tanto a nivel nacional como en el estado de Puebla, se crearon más empleos, pero el problema está en la baja calidad de los empleos y el bajo salario que perciben las personas, promoviendo el trabajo informal, porque el salario no les alcanza.
Por último, dijo que de los 39.2 millones de trabajadores reportados por el INEGI, 27.4 millones reciben dos salarios mínimos, situación que marca una desigualdad salarial significativa y solamente 628 mil trabajadores mexicanos ganan más de 5 salarios mínimos, brecha muy grande en el campo salarial y 16.6 millones de trabajadores no tiene un contrato por escrito y no tienen acceso a una institución de seguridad.