Con mucha disciplina, pero sobre todo amor propio, Majo pasó de tener 120 a 62 kilos, compaginando una vida familiar, empresarial y muy deportiva

Cuando Majo tenía 24 años pesaba 120 kilos. Hoy que tiene 39 pesa 62, siendo un testimonio fidedigno de que cuando se quiere se puede tener un cuerpo firme y saludable.

Hoy, además de ser madre de dos niñas, ama de casa y emprendedora, es coach, triatletla y mataronista. Este domingo 27 de noviembre fue una de las corredoras de los 42 kilómetros del Maratón Internacional de Puebla 2022, logrando su recorrido en un tiempo estimado de cinco horas.

Con la frase “Corramos con el corazón, corramos con pasión”, fue una de las promotoras de esta fiesta deportiva en la que miles de personas corrieron 5, 10, 21 y 42 kilómetros en las principales calles de Puebla.

Para Majo, un cuerpo saludable habla por sí solo, además de que transmite confianza. Cuando ella camina, es imposible no mirarla y al percatarse de ello responde con una enorme sonrisa.

En una charla con Urbano Noticias, contó que no siempre fue así y que decidió cambiar de estilo de vida cuando no podía usar la ropa que le gustaba, sino la que le quedaba.

“El día que quise comprarme una hermosa chamarra que era igual a la de una amiga y me probé la talla más grande y ni esa me quedaba, dije ‘hasta aquí’. Además, tenía la parte trasera del cuello negra, estaba generando resistencia a la insulina, mi cuerpo estaba enfermo”, contó.

De acuerdo con Majo, las personas que tienen obesidad son tratadas con compasión por sus familiares y que lugar de decirles que están «súper pasados de peso», cariñosamente les llaman “llenitos” y les juran que así los aman.

“Te empiezas a poner más prendas para cubrirte o te pones zapatos altos para verte más grande y así disimular. Ahí empiezan los problemas con la pareja, para buscar trabajo y te empiezan a discriminar, además en realidad no te sientes a gusto”, dijo.

La coach comentó que cuando las personas deciden bajar de peso no pueden hacerlo tan rápidamente como quisieran y que en ocasiones ni las dietas dan resultado porque su salud ya está muy afectada; así que recomendó acudir a un médico antes de iniciar la pérdida de peso.

A las personas que ahora entrenan, Majo les dice que el cuerpo es como su casa, y que si el lugar donde viven lo impermeabilizan, lo pintan o compran un mueble nuevo, es lo mismo que deben hacer con su cuerpo, que será su casa hasta por 70 u 80 años.

Para la triatleta, bajar de peso y tener un cuerpo saludable es un proceso de mucho amor, además de que tener un buen físico no se refiere a que se vea súper estético, como de revista o de televisión, porque para las mujeres es complicado, mucho más si han maternado, pues inevitablemente hay estrías y celulitis.

“Hay que entender que cada una tiene su propia morfología, así que lo que hay que hacer es crear tu mejor versión. Es cuando te ves en el espejo y dices: Así como me veo, me veo hermosa. No es lo que te digan los demás, es lo que tu sientes y eso es lo que vas a proyectar, una persona plena, además de que podrás hacer muchas cosas con tu cuerpo sano”, explicó.

Una vida fitness inicia a las 5 de la mañana

La maratonista explicó que el principal pretexto de todas las personas es que no tienen tiempo para ejercitarse y reconoció que, efectivamente, para todos es complicado, pero no imposible.

La jornada de Majo inicia a las 5 de la mañana. Hace algunas cosas en su casa y sale a entrenar. Para correr el Maratón Internacional de Puebla 2022, su rutina normal de entrenamiento pasó de 60 a 90 minutos diarios.

“La mayoría decimos que no tenemos tiempo. Soy mamá de dos niñas, tengo un trabajo y debo hacer muchas cosas en un día, pero si tú no te dedicas una hora diaria nadie te la va a dar. Así que siempre busco el ‘sí puedo’”, enfatizó.

Como recomendación para después de un entrenamiento, Majo dijo que rompe el ayuno con jugo verde que es un antioxidante. Posteriormente desayuna unos taquitos de huevo o un sándwich de jamón de payo o de atún.

Al medio día come como colación un yogurt, por la tarde un guiso normal; al atardecer otra colación y por la noche un par de quesadillas o proteína como atún, huevo o taquitos de carne asada.

“No como lechuga todo el día, como guisados como cochinita pibil y puedo comer tortillas, pero si antes me comía medio kilo ahora como menos. Cuando tienes familia no te la puedes pasar haciendo diferentes menus. En casa todos comemos lo mismo, pero yo lo hago en menor cantidad hasta sentirme satisfecha no llena”, enfatizó.

Como recomendación a las mujeres que desean cambiar su cuerpo y su estilo de vida, Majo dijo que deben de enamorarse tanto de ellas mismas que así comenzarán a cuidarse antes que a nadie.

El único rival está en tu cabeza. Si dices ‘voy a lograrlo’, lo logras. Todo en esta vida es posible y lo único que hay que hacer es ir buscando la forma de que ese sueño se vuelva realidad. ¡Si se puede!” dijo.

Si deseas que Majo te ayude con ese cambio de vida que siempre has deseado, búscala en sus redes sociales de Facebook como Majonetfitness y en Instagram como @mjo_nfitness.

Por Mónica Franco

Periodismo de género, reportera y columnista. Soy sobreviviente, insurrecta e independiente. Amo la libertad y escribo historias de imperfectas como yo. Creo en las hijas del pueblo, en las que llegamos sin mediación de un hombre y que caminamos a la par de ellos.

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