En seis días han sido asesinadas 22 personas: tres mujeres y 16 varones; además de que en dos casos no se ha revelado el sexo
Puebla sumó 11 asesinatos violentos entre viernes y domingo, uno menos que el periodo anterior; sin embargo, cabe destacar que en tan solo seis días fueron contados 22 crímenes con características de ejecución.
De esta manera han sido asesinadas tres mujeres y 17 varones (entre quienes destaca un niño), más otros dos casos que no han sido definidos por la autoridad.
Los municipios donde sucedieron los homicidios: Chietla (1), Palmar de Bravo (1), Huehuetlán El Chico (3), Zacatlán (1), Ajalpan (1), Teotlalco(2), San Martín Texmelucan (2), Hueytamalco (3), Yehualtepec (2), Puebla (2), Tehuacán (1), Izucar de Matamoros (1), Tzompantepec (1) y San Andrés Cholula (1).
A continuación, los casos suscitados entre viernes y domingo:
Durante la madrugada del 16 de este diciembre, en San Martín Texmelucan, un hombre -cuya identidad es desconocida- fue hallado muerto y con múltiples huellas de violencia en calles de la comunidad de Santa María Moyotzingo; el cuerpo del varón fue abandonado junto con un cartel presuntamente escrito por un grupo delincuencial.
Horas más tarde se dio a conocer del fallecimiento de Francisco, quien fue ultimado a balazos al interior de una taquería en el municipio de Tehuacán. Aquella madrugada se encontraba cenando con su novia en el local ubicado sobre la 7 Poniente y 10 Sur en el Infonavit Venustiano Carranza.
El varón de 37 años fue trasladado de urgencia a un hospital en donde momentos después falleció pese a los esfuerzos que realizaron los médicos por salvarle la vida. Además, se mencionó que era un ex presidiario y recientemente había salido de la cárcel.
La madrugada del sábado 17, Aldo de 28 años fue la víctima mortal en la comunidad de Matzaco, en la calle 16 de septiembre y Aquiles Serdán en Izúcar de Matamoros, en donde el hombre conocido como «El Buda», concluyó su huída de un par de delincuentes que viajaba en motocicleta que lo interceptó y disparó en cinco ocasiones para arrebatarle la vida.
El domingo tuvo ocho muertes violentas, tras la ejecución de tres mujeres y cinco hombres en Hueytamalco, Puebla, San Andrés Cholula y Yehualtepec.
El primer hecho se trató del feminicidio de tres mujeres al interior del bar El Guayabal (presuntamente eran trabajadoras) del establecimiento ubicado en la colonia Nueva del municipio de Hueytamalco.
De este asesinato se sabe que un grupo de hombres armados llegó al centro nocturno haciéndose pasar por clientes para acercarse a las féminas y abrir fuego contra ellas en diversas ocasiones, causándoles la muerte de manera inmediata.
A través de un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se comprometió a reforzar la vigilancia en la comunidad a fin de evitar futuros actos violentos.
La otra víctima mortal fue un hombre acribillado y abandonado en un camino de terracería de la comunidad de San Andrés Ahuashuatepec en el municipio de Tzompantepec; el hombre vestía ropa oscura y presuntamente su ejecución fue por una supuesta venganza.
El tercer caso ocurrió en la capital poblana, siendo un varón de 40 años aproximadamente el que fue hallado muerto al fondo de una barranca sobre el camino a Santa Cruz Alpuyeca; el occiso se encontraba boca abajo y con lesiones visibles (aunque no se ha establecido oficialmente si fue víctima de algún crimen).
Momentos más tarde, el número telefónico 9-1-1 recibió otra llamada de auxilio, siendo ahora en el municipio de San Andrés Cholula en donde solicitaban la intervención de las autoridades ya que sobre un camino de terracería de la comunidad de San Francisco Acatepec yacía el cuerpo de un hombre ensangrentado.
Los paramédicos luego de valorarlo confirmaron que carecía de signos vitales a causa de un disparo que recibió en la cabeza, el cual de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública del municipio derivó de un ataque directo.
Por último, los cuerpos de dos personas fueron encontrados calcinados al interior de un automóvil abandonado en una brecha de Yehualtepec, siendo un grupo de campesinos quienes reportaron a las autoridades el atroz crimen.
Debido a las las llamas que consumieron en su totalidad el vehículo de color blanco y a los tripulantes, no se pudo precisar el sexo de los cadáveres.