Doctor en Química por la Universidad Complutense de Madrid, es uno de los fundadores del Laboratorio Nacional de Supercómputo del Sureste de México.
A pesar de que la química teórica es poco demandada en comparación con otros campos del área, los trabajos que dirige Francisco Meléndez Bustamante, miembro del nivel III del Sistema Nacional de Investigadores y académico de la BUAP, desde el Laboratorio de Química Teórica, se han distinguido por su impacto nacional e internacional.
Algunas de sus investigaciones más destacadas están encaminadas al diseño de fármacos con vanadio por métodos basados en la química teórica para atacar enfermedades como el cáncer de mama y la diabetes mellitus tipo 2. Así, el doctor en Química por la Universidad Complutense de Madrid y uno de los fundadores del Laboratorio Nacional de Supercómputo del Sureste de México aporta trabajos y material humano para hacer más eficiente el tratamiento de enfermedades específicas.
A pesar de su asimilación del acento propio de Puebla, Meléndez Bustamante es originario de León, Guanajuato. Durante la última etapa de su formación básica, la preparatoria, comenzó a interesarse por las matemáticas y de forma específica por la naturaleza: “me gustaba mucho tener trato con las plantas, con el reino vegetal; me apasionaba”. Si bien no fue admitido en la Universidad de Chapingo para continuar en el camino de la agronomía, la Angelópolis fue el destino que marcó su vida.
Jóvenes investigadores, el futuro de la ciencia
Su estancia en España le presentó una situación insatisfactoria que lo haría reflexionar sobre su próxima responsabilidad científica: “El doctor Smyers, con quien me encontraba en España, no se preocupaba por formar un grupo de investigación como tal, donde incorporaran jóvenes para que se fueran formando. Como dicen los españoles, que estuviera ‘fichando a la gente para que posteriormente la cantera’ se fuera incorporando al grupo. Lamentablemente no pasó: el murió y el grupo desapareció”.
Por ello, el miembro de la Red Mexicana de Supercómputo se ha preocupado de forma reiterada por la incorporación de estudiantes de licenciatura y posgrado a la investigación en química cuántica. Un ejemplo de esta convicción se encuentra en su grupo de trabajo: José Manuel Pérez Aguilar, María Eugenia Castro Sánchez y Norma Angélica Caballero, académicos de la Facultad de Ciencias Química, contaron con la dirección de tesis del doctor Meléndez, quien realizó una estancia posdoctoral en la Escuela Superior de Informática de la Universidad de Castilla-La Mancha, España.
“Detrás de nosotros tiene que haber alguien más; en este caso, los nuevos doctores, los nuevos investigadores que, gracias a CONACYT, a través de los programas de repatriación, retención de jóvenes investigadores y de cátedras, pueden integrarse a alguna institución científica y educativa del país. Definitivamente, sin ciencia ni tecnología un país nunca va a progresar.
La idea es esa: infundir a los estudiantes el gusto por la química […] Lamentablemente, a veces no nos vemos muy favorecidos. No hace falta contarlo; todos sabemos el porqué: cuando hay una escisión en este país, siempre le cortan recursos a la investigación. Sin embargo, creo que a través de los años debemos de cambiar de mentalidad”.