Detallaron que a diferencia de los fármacos tradicionales para tratar patologías, los medicamentos inteligentes no tienen efectos colaterales.

Un grupo de científicos mexicanos diseñan y aplican fármacos inteligentes, por medio de técnicas de nanotecnología, capaces de actuar en la prevención y remediación de enfermedades cardiovasculares, las cuales representan la principal causa de defunción a nivel mundial, informó el domingo el Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Los nanodispositivos actúan como transportadores para una liberación dirigida y controlada hasta llegar al sitio blanco (lugar específico del organismo), lo que «permite eliminar o reducir al mínimo posible los efectos adversos que generan los fármacos usados actualmente para tratar tales afecciones», explicó en un comunicado el especialista en cardiología Juan Vélez Reséndiz.

El investigador de la Escuela Superior de Medicina del IPN, manifestó su confianza en que estos medicamentos inteligentes tendrán «inmensas y extraordinarias» implicaciones de largo y profundo alcance, toda vez que dijo, «permitirán curar enfermedades cardiovasculares desde el interior del cuerpo humano a nivel celular y molecular».

Dijo que las enfermedades cardiovasculares constituyen un conjunto de entidades que afectan el corazón, pero también los vasos sanguíneos (venas y arterias), que, cuando dañan estos últimos se pueden comprometer órganos como el cerebro (enfermedad cerebrovascular), los miembros inferiores, los riñones y el corazón.

Por ello, «es tan importante contar con nuevos fármacos que optimicen su tratamiento», apuntó.

Según el científico, actualmente todos los medicamentos para tratar patologías cardiovasculares tienen efectos colaterales porque al llegar al torrente sanguíneo actúan en más de un sitio en el organismo y en cada uno ejercen un efecto.

Sin embargo, agregó, «nuestros medicamentos son inteligentes y no tienen efectos colaterales, toda vez que aprovechamos las propiedades electromagnéticas para dirigir y controlar que lleguen únicamente al sitio blanco a nivel molecular. Allí se libera el principio activo para generar el efecto terapéutico, ¡Ese es el gran beneficio de la escala Nano!».

Además, explicó, son biodegradables, es decir, «una vez que actúan son eliminados del organismo».

«Allí es donde probamos que no tienen efectos secundarios o son realmente mínimos, en comparación con los fármacos comerciales, cuya eficacia, llegado el momento, queremos igualar y superar, pero sin efectos adversos», expuso el también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de México, Nivel I.

Aseguró que las dosis de los medicamentos convencionales generalmente están diseñadas en miligramos (una milésima parte del gramo), la medida de otros se expresa en microgramos (mil veces menor que el miligramo), mientras que estos dispositivos están construidos a nanoescala, por lo que un nanogramo es un millón de veces más pequeño que el miligramo, es decir, su tamaño es de la millonésima parte del miligramo, lo cual es suficiente para actuar en el sitio blanco y evitar su diseminación por todo el organismo.

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