Facebook ha detectado en los últimos años cómo los mensajes privados y la actividad dentro de grupos son las áreas de mayor crecimiento.
Mark Zuckerberg, prometió este miércoles reconvertir la red social en una «plataforma de comunicaciones centrada en la privacidad» tomando como referente la popular aplicación de mensajería WhatsApp, que es propiedad de la empresa estadounidense.
En una carta abierta publicada online, el cofundador de la red social más usada del mundo explicó que la gente «cada vez tiene más interés en conectar con otros de forma privada en lo que sería el equivalente digital de un salón».
Según Zuckerberg, Facebook ha visto en los últimos años cómo los mensajes privados, las publicaciones efímeras (al estilo de Snapchat) y la actividad dentro de pequeños grupos en la red social son las áreas de mayor crecimiento en las interacciones «online».
«Entiendo que mucha gente piense que Facebook no puede o no quiere construir este tipo de plataforma centrada en la privacidad porque a día de hoy no tenemos una buena reputación como constructores de servicios de privacidad e históricamente nos hemos centrado en herramientas para compartir», admitió.
Sin embargo, el ingeniero se mostró convencido de que su empresa será capaz de llevar a cabo esta conversión «de la manera cómo hemos desarrollado WhatsApp: centrándonos en el aspecto más fundamental: la mensajería».
Zuckerberg indicó que este proceso se materializará «en los próximos años» y que se construirá sobre seis principios: interacciones privadas, sistemas de encriptación, reducir la permanencia online de las publicaciones que se comparten, la seguridad, la interoperabilidad y el almacenamiento seguro de datos.
La apuesta por remodelar la red social se produce después de un año, 2018, en el que la empresa se vio salpicada por multitud de escándalos relativos a su gestión de la privacidad de los datos de los usuarios, que empañaron considerablemente su imagen pública.
La mayor polémica a la que tuvo que hacer frente la compañía con sede en Menlo Park (California, EU) fue en marzo del año pasado, cuando se desveló que la consultora británica Cambridge Analytica utilizó una aplicación para recopilar millones de datos de internautas de la plataforma sin su consentimiento y con fines políticos.
La empresa se sirvió de datos de la red social para elaborar perfiles psicológicos de votantes, que supuestamente vendieron a la campaña del ahora presidente estadounidense, Donald Trump, durante las elecciones de 2016, entre otros.
Meses más tarde, en octubre, Facebook admitió que piratas informáticos robaron datos personales de 30 millones de cuentas.