La comunicación entre órganos del cuerpo revelaría los beneficios de practicar deportes
Cuando nos ejercitamos las partes remotas de nuestro cuerpo aparentemente se comunican entre sí, gracias a unos diminutos globos llenos de partículas que se mueven a través del torrente sanguíneo y van de una célula a otra llevando mensajes bioquímicos, según un reciente estudio de la biología del ejercicio.
La investigación ayuda a aclarar algunos de los efectos en la salud de todo el cuerpo que se obtienen al hacer ejercicio, además de poner énfasis en lo complejo que es el ejercicio a nivel fisiológico.
Desde hace un tiempo, los científicos sospechaban que los órganos internos del cuerpo eran muy comunicativos y estaban tan involucrados entre sí como los alumnos de secundaria. Se cree que, en condiciones adecuadas, las células adiposas conversan con las células musculares y estas, a su vez, conversan con las células cerebrales y todas parecen querer ser amigas del hígado.
Estas interacciones son especialmente frecuentes durante el ejercicio, cuando el movimiento continuo exige una coordinación intrincada de los distintos sistemas del cuerpo, incluyendo los que crean la energía celular.
Pero hasta ahora se desconocía la mecánica precisa de la manera en la que se comunican distintas partes del cuerpo durante el ejercicio (o en otros momentos). Los científicos han demostrado que hay muchos tejidos que bombean hormonas, como la insulina y otras proteínas que viajan a través del torrente sanguíneo e inician procesos fisiológicos en todas las partes del cuerpo.
Pero estas acciones no explican la aparente coordinación entre los órganos durante el ejercicio.
En fechas recientes, un grupo internacional de científicos del Instituto de Investigación en Medicina Garvan en Sídney, Australia, y otras instituciones comenzaron a considerar las vesículas.