El edil subalterno, Alejandro Pérez Pérez denunció que su demarcación es ocupada como depósito de cuerpos por parte de delincuentes.

Habitantes de la junta auxiliar de La Resurrección integraron 12 guardias comunitarias ante el desbordamiento de la inseguridad y la violencia, en dicha demarcación que pertenece al municipio de Puebla.

A la par, se estableció un toque de queda a partir de las 10 de la noche, y que los guardias no porten armas pese a que eso los hace vulnerables ante la delincuencia.

El edil subalterno, Alejandro Pérez Pérez denunció que en este territorio ubicado al norte de la capital poblana y cercana a la autopista México – Puebla, ahora es ocupada como depósito de cuerpos por parte de delincuentes.

Debido a esta situación, solicitó al ayuntamiento patrullajes, cámaras y policías, pero le respondieron que “no hay”.

Pérez agregó que existe inconformidad de los habitantes, de ahí que  impulsará la autonomía de su comunidad que se considera un pueblo indígena por lo que buscará que los recursos del ramo 33 y 24 les lleguen directamente.