De manera virtual, se reinaugura este histórico inmueble a 152 años de su construcción.


Con una inversión de 8.5 millones de pesos, el Gobierno de la Ciudad de Puebla realizó el mantenimiento y equipamiento integral del Teatro de la Ciudad, el cual había acumulado daños estructurales desde el sismo del 2017 y representaban un riesgo para las y los usuarios.

En una reinauguración virtual, se presentaron los trabajos realizados por el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP), que se llevaron a cabo del 1 de diciembre del 2019 al 29 de febrero de 2020.

“Enhorabuena por la remodelación de un espacio que le pertenece a todas las y los poblanos”, celebró la Presidenta Municipal, Claudia Rivera Vivanco, al tiempo que destacó la relevancia histórica, patrimonial y social que representa el rescate del recinto; emblema de la ciudad que ha dado y continuará otorgando un espacio para las expresiones culturales que re-codifican los valores sociales.

“Estamos construyendo una nueva normalidad, nuevos hábitos de consumo y de convivencia. Parte de esta nueva etapa busca motivar la salud emocional a través del arte”, agregó la alcaldesa. Las adecuaciones de este icónico inmueble de la ciudad iniciaron con el reforzamiento de la estructura del escenario y del foso de orquesta, los cuales resultaron dañados por el sismo del 2017, brindando mayor soporte al escenario sin descuidar la parte estética del mismo, ya que también se retapizaron y cambiaron los telones.

A favor de la comunidad artística poblana, se instalaron nuevas luces de escenografía, incluyendo equipos de luminaria graduable y 3 pares de luminarias robóticas; la cabina de sonido ahora cuenta con tecnología que asegura una experiencia auditiva de calidad.

Los colores de la época en la que nació este espacio teatral fueron retomados, y se trabajó en el rescate de elementos emblemáticos como su vitral, el cual se convirtió en la imagen que lo representa mediante la creación de un nuevo imagotipo, evitando cualquier tipo de intervenciones partidistas.

Para disfrute de todas y todos los asistentes a este espacio, se ajustó el aforo total a 577 lugares, distribuidos de la siguiente manera: 193 en luneta con una zona especial para silla de ruedas de 3 lugares; 252 en platea y 132 espacios en la zona de palcos, además del denominado Palco presidencial. Estos lugares fueron retapizados con un color neutral.

Además, se colocaron más de mil 50 metros cuadrados de alfombras en el área principal, palcos, pasillos y escaleras y dos mil 20 metros cuadrados de piso plastificado, antiderrapante; se dio mantenimiento a barandales, se cambiaron las puertas de acceso y se restauraron las columnas y los chapetones del palco de honor, donde también se limpió el mármol. En la planta baja del mezzanine se restauraron el capitel y las columnas, recuperando su vista original.

Asimismo, se rehabilitaron la taquilla en el lobby, el módulo de atención, el candil que adorna la entrada al mismo y se restauraron las yeserías. Para seguridad de las personas que utilicen este espacio, se elaboró el programa interno de protección civil del Teatro, acorde a los lineamientos de un espacio de esta magnitud y concurrencia. “Siempre que invertimos en la cultura potenciamos el espíritu del ser humano; fundamental para reflexionar en el pasado y construir el futuro (…)

Historia y cultura, hoy más que nunca es momento de valorarla y defenderla, así como a sus creadores”, concluyó el titular del IMACP, Miguel Ángel Andrade Torres.