El Ayuntamiento de Puebla quiere ser el primer ente del estado que se suma al programa Basura Cero, presentado por el Gobierno de la Ciudad de México en mayo del 2019, con el fin de que sea un ejemplo para la ciudadanía poblana.
Así lo dieron a conocer trabajadores del ayuntamiento encabezados por la regidora Elisa Molina durante la Comisión de Agenda 2030.
La regidora comentó que este proyecto consiste en cuatro etapas: factibilidad, planeación, implantación y seguimiento.
Mencionó que el equipo de trabajo encargado está en la etapa de implantación, que consiste en hacer un cuestionario anónimo a 168 colaboradores que trabajan de manera diaria dentro de las oficinas, así como a los visitantes, para saber la percepción que tienen de los residuos que generan.
Los cuestionarios se podrán hacer a través de un código QR que las personas de regidurías tendrán que escanear para contestar diversas preguntas, que servirán para tener una radiografía del manejo de la basura.
La regidora indicó que una vez concluida está etapa, se hará una campaña de difusión dentro de las instalaciones para que la gente identifique la diferencia entre basura y residuos.
La campaña de comunicación permitirá permear su frase «la basura nace de la revoltura».
Asimismo, Elisa Molina aseguró que este es un gran proyecto que podría quedar para las siguientes administraciones luego de que ellos dejen sus cargos.
«Que quede una huella del trabajo, que permanezca más allá del periodo administrativo».
Cabe decir que Basura Cero no requerirá recursos para adquirir infraestructura. Además, serán tres semanas de trabajo constante, por lo que a finales de mayo se dará a conocer el estudio de generación según las encuestas aplicadas.
¿En qué consiste el Plan de Acción Basura Cero de Ciudad de México?
El «Plan de Acción Basura Cero, Hacía una Economía Circular» presentado por el Gobierno de la Ciudad de México en mayo del 2019, consiste en la implementación de mecanismos orientados a reducir la cantidad de residuos que llegan a los rellenos sanitarios, mediante la promoción de una cultura social enfocada a la separación de residuos y la correcta disposición en estaciones de transferencia, buscando incrementar la cantidad de residuos, que por sus características y una correcta separación, pueden ser valorizables y retornar a las cadenas de producción.
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