Será dividido en tres zonas, asignadas en las tres canchas principales del complejo, con 5.000 cada una para las pistas Philippe Chatrier y Suzanne Lenglen.

El Abierto de Francia abrirá sus puertas a espectadores este mes, pese al creciente número de casos de coronavirus en el país, anunciaron los organizadores el lunes.

Roland Garros reveló los protocolos sanitarios de la cita de Grand Slam en arcilla, que se disputará en el complejo situado al oeste de París, a partir del 27 de septiembre, luego de ser pospuesto en mayo por la pandemia.

“Desde la reanudación del circuito internacional, Roland Garrros será el primer torneo con el privilegio de contar con público”, dijo el presidente de la federación francesa de tenis Bernard Giudicelli.

Serena Williams y Maria Sakkari, luego de medirse sin público en el Abierto de Estados Unidos el lunes, cuestionaron que los franceses abran las puertas al público y mantengan a los tenistas en una burbuja. Los franceses concentrarán a los jugadores en dos hoteles..

“Si entren aficionados, entonces podemos quedarnos en otros sitios”, dijo Williams. “Eso es interesante. No puedes quedarse en una residencia privada, pero tendrán público”.

Sakkari estuvo de acuerdo.

“¿Hay público y nosotros en una burbuja? Para mí, no tiene sentido”, dijo Sakkari. “Me ha parecido un anuncio sorprendente”.

Al amparo de las más recientes instructivos del gobierno, que limitan a 5.000 la concurrencia de gente en regiones como las de París, la federación redujo sus planes.

Originalmente, la federación quería recibir entre el 50 y 60 por ciento de su aforo, el equivalente de 20.000 aficionados por día.

En su lugar, Roland Garros será dividido en tres zonas, asignadas en las tres canchas principales del complejo, con 5.000 cada una para las pistas Philippe Chatrier y Suzanne Lenglen. La zona que rodea la tercera cancha más grande podrá tener un máximo de 1.500 por día.

Será obligatorio usar mascarillas en el complejo, y todos los acreditados deberán someterse a pruebas de diagnóstico del virus para poder entrar a la burbuja de Roland Garros.

El director del torneo Guy Forget informó que todos los jugadores será sometidos a pruebas al llegar a la capital francesa. Se les autorizará jugar al dar negativo y se someterán a una segunda prueba 72 horas después. Los tenistas deberán someterse a pruebas cada cinco días mientras sigan en carrera y se alojarán en los dos hoteles reservados por la organización.

También se tomó la decisión de repartir un premio más jugoso a los jugadores que pierdan en las rondas iniciales, como gesto de solidaridad hacia los que han sido los más afectados financieramente por la crisis.

“La bolsa de premios para los que pierdan en la primera ronda subirá un 30% con respecto al año pasado, a 60,000 euros ($71,000)”, precisaron en un comunicado. “También se ha hecho un esfuerzo en la fase preliminar con un aumento del 27% con respecto a 2019. Los perdedores de la primera en la fase previa obtendrán un cheque de 10.000 euros (11.800 dólares).

Las autoridades francesas han confirmado 30.000 decesos debido al COVID-19. Los nuevos casos diarios superaron los 8.000 el viernes.

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