Por momentos, el partido era un ir y venir. Sin embargo, nadie pudo capitalizar sus ataques en los últimos minutos.
El partido comenzó con mucha intensidad por parte de ambos equipos, aunque con poca claridad; sin embargo, los asiáticos se veían con mayor peligro y avanzaban con mucha intención.
Al minuto 24, contra todo pronóstico, Ghana se puso en ventaja en el marcador, cuando el centro de Jordan Ayew llega a Mohammed Salisu, quien aprovecha para empujar el balón al arco; la jugada fue revisada por el VAR ante posible mano, pero nada cambió.
Díez minutos más tarde, otro centro de Jordan Ayew con diferente destinatario: Mohammed Kudus, quien recibe a segundo poste y marca el segundo gol con un remate de cabeza contundente.
Corea del Sur se fue al frente: Kwon disparó y el balón se fue por encima del travesaño y Jeong hizo lo propio y la esférica pasó a un costado de la portería de Ghana; así terminó la primera mitad.
Como si fuera el mundo al revés, la segunda parte inició con Ghana dueño del partido, con las mejores aproximaciones, parecía que pronto caería el tercero; más, Corea no estuvo de acuerdo y un centro de Lee fue rematado por Cho para descontar la ventaja. Y por si fuera poco, dos minutos más tarde, otra vez Cho remató a placer para superar a Ati-Zigi.
La locura se apoderó de la tribuna coreana, pero la alegría desapareció cuando Mohammed Kudus apareció solo a segundo poste para rematar de primera un centro raso y devolverle la ventaja a los africanos.
Los coreanos se volcaron hacia la meta ghanesa. Por momentos, el partido era un ir y venir. Sin embargo, nadie pudo capitalizar sus ataques. Incluso, el árbitro parecía que no quería que terminara el partido. Agregó 10 minutos de compensación y después agregó otro más; pero no hubo más.