La Zona Metropolitana Puebla-Tlaxcala crece a un ritmo de seis por ciento anual, señaló el IMCO.
Pese a que de manera conjunta, Puebla y Tlaxcala han logrado un crecimiento metropolitano promedio de seis por ciento anual, Puebla ha arrastrado 95 por ciento de la actividad económica y 97 por ciento de la inversión.
Así lo señaló Manuel J. Milano, director General Adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), al presentar el Diagnóstico de la Promoción Económica de la Zona Metropolitana Puebla-Tlaxcala, donde resaltó que 44 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) proviene de la fabricación de equipo de transporte.
También apuntó que 25 por ciento de la actividad en los municipios de Tlaxcala proviene de la fabricación de productos a base de minerales, la industria alimentaria y la construcción, y agregó que este último sector, junto con el comercio, los servicios empresariales y la manufactura, concentran la mayor cantidad de empleo.
Subrayó que actualmente, la Zona Metropolitana Puebla-Tlaxcala es la cuarta ciudad más importante del país por tamaño de actividad económica, con un total de 436.6 millones de pesos y en cantidad de población, al contar con prácticamente tres millones de habitantes.
Es además, la cuarta ciudad del país por tamaño de población económicamente activa, con 1.37 millones de trabajadores; pero es la número 60 en ingreso per cápita, con un total de 146.2 mil pesos por habitante.
Frente a esta interacción que existe entre los municipios de Puebla y Tlaxcala, y para mejorar el ingreso por habitante, Manuel Molano subrayó la urgencia de que las ciudades conurbadas homologuen criterios y reglamentos, ya que los habitantes y las empresas suelen acudir a los gobiernos que son más flexibles.
Entre las conclusiones del diagnóstico, resalta que para impulsar el desarrollo económico local, es necesario asegurar que el ambiente de negocios sea funcional, fomentar el emprendimiento y la creación de empresas formales, desarrollar el capital humano y atraer inversiones nacionales y extranjeras.
También plantea el desarrollo de clusters sectoriales, focalizar intervenciones de desarrollo para grupos vulnerables y promover la innovación en los sectores productivos regionales.
Para fortalecer la coordinación institucional se pronunció por adecuar los planes de desarrollo metropolitano, homologar estándares de regulación económica en la zona metropolitana y generar estímulos para desarrollar sectores económicos como bloque regional.