Buena noticia la creación de salarios mínimos para trabajadoras del hogar y jornaleros (as) agrícolas, dice Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. 


El anuncio de incremento al salario mínimo es menor a lo esperado, pero puede ser adecuado dada la situación crítica de muchas empresas ante la pandemia y la crisis, solo hay que evitar la confusión pues el anuncio parece dejar de lado que en realidad el ajuste tiene como porcentaje de referencia el 6% y no el 15% como dice el boletín de la Comisión Nacional de Salarios Mïnimo (Conasami), explicó Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

La decisión de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) mantiene la fórmula utilizada los primeros años de gobierno que consiste en ajustar el salario mínimo con dos componentes, un porcentaje de referencia y un monto independiente de recuperación, en pesos y centavos.

El porcentaje sirve como referencia o “faro” para el conjunto de los salarios, es decir todos aquellos que están por arriba del mínimo. Este porcentaje se toma como base en negociaciones contractuales y para el ajuste de quienes ganan más.

Este año el porcentaje de referencia es 6%, lo cual se ubica dos puntos por encima de la inflación, permitiendo una mejora gradual del conjunto de los salarios para recuperar su valor de manera gradual. “Pero ciertamente no se puede tomar como referencia el 15% para el conjunto de los salarios, eso depende de cada unidad económica”, aclara Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

El monto independiente de recuperación, se fija en pesos y centavos, aplica únicamente a los salarios mínimos, y ha permitido su recuperación gradual a partir de 2018, al inicio del gobierno. Este año es un monto de $10.46. “Con esos dos componentes, 6% como porcentaje y $10.46, como monto en pesos, el salario mínimo general llega a $141.70, es decir $4,251 al mes. Esta cantidad es casi mil pesos por encima del costo de una canasta básica.

Considerando el contexto económico adverso parece adecuado, con tal que en los siguientes años, con la recuperación se hagan incrementos mayores hasta que el salario mínimo sea suficiente para una familia, como manda la constitución.

El consenso es que la meta es el costo de dos canastas básicas, lo que permitiría mantener una familia de hasta 4 personas, con 2 personas perceptoras de ingreso, en este momento este monto serían casi 6 mil 600 pesos”.

La fórmula con dos partes, el porcentaje y el monto de recuperación, ha funcionado bien: En diciembre de 2018, justo al inicio de este gobierno, la CONASAMI aprobó un incremento de 5%, un punto por encima de la inflación, y un monto independiente de recuperación de $9.43, para llegar a un salario mínimo general de $102.68 en 2019.

“Este fue un paso histórico pues por primera vez el salario mínimo cubrió al menos el costo de la canasta básica para una persona y se dejó de violar de manera flagrante la Constitución”, señaló Gómez Hermosillo.

El diciembre del año pasado, se dio un paso más, el salario mínimo llegó a $123.22 este año y nuevamente se utilizó la fórmula con dos componentes: un 5% más el monto independiente de recuperación de $14.67. Ahora esta fórmula probada se mantiene, por lo cual el riesgo es mínimo.

También es una resolución positiva la creación de los salarios mínimos profesionales para trabajadoras del hogar, que quedó fijado en $154.03, esto es $4,620.90 al mes, y para jornaleros (as) agrícolas, que quedó fijado en $160.19, esto es $4,805.70.

“Por primera vez se reconoce un salario mínimo profesional a estos dos sectores de trabajadoras del hogar y jornaleros agrícolas que padecían condiciones muy adversas.

Es un triunfo de sus organizaciones, aunque pueda resultar por debajo de los esperado y sobre todo porque aún falta garantizar respeto a sus condiciones laborales”, añadió el coordinador de “Frente a la Pobreza”.

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