Las mayores exportaciones del país hacia el vecino del norte son las automotrices y electrónicas, justo donde se enfrenta la escasez desde inicios de año.

La crisis de semiconductores amenaza la permanencia de México como principal socio comercial de Estados Unidos, ya que las mayores exportaciones del país hacia el vecino del norte son las automotrices y electrónicas, justamente en donde se enfrenta la escasez de chips desde inicios de año, proyectó el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).

Apenas en septiembre de este año se observó el primer cambio en la relación comercial que tiene Estados Unidos con otras naciones; China pasó del tercer al primer sitio como su socio estratégico, dejando atrás a México y Canadá, de acuerdo con datos de la Oficina del Censo estadounidense.

Si bien en el acumulado de los primeros nueve meses del 2021 México se afianzó como el principal socio comercial de Estados Unidos, con 14.6 por ciento del total de bienes y servicios intercambiados, para el Comce este buen comportamiento se borra hacia el cierre de este año si se continúa observando la incertidumbre en el abastecimiento de semiconductores.

“México podría ser el segundo socio al cierre de año por parte de la industria automotriz, porque son las principales exportaciones que se le hacen a Estados Unidos, con 25 por ciento del total; el otro es la electrónica, con 14 por ciento. No sabemos cómo va a estar el abastecimiento, pero de estos productos los principales abastecedores son los chinos”, expresó Fernando Ruiz Huarte, director general del Comce, en entrevista con La Razón.

En América del Norte la crisis de chips en la industria automotriz ha provocado que, en los primeros 10 meses del año, se afectara a 21.9 por ciento de la producción de autos, al dejar de ensamblar dos millones 394 mil 042 unidades ligeras, de las cuales 577 mil 282 autos le corresponden a México.

Ante esta situación, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) previó que para este año la producción cerrará 5.0 por ciento por debajo de los niveles del 2020 —que ya venían con niveles deprimidos por los efectos de la pandemia de Covid-19—; mientras que la exportación lo haría con una disminución de entre 3.8 y 4.2 por ciento.

“Nuestra expectativa es que podríamos estar regresando a niveles prepandemia hacia 2024 dadas estas circunstancias. Dependerá de cómo evolucione el tema de semiconductores, que ha complicado la situación en la producción”, dijo Fausto Cuevas, director de la AMIA.

Al respecto, Ruiz Huarte proyectó que de no haberse presentado esta crisis de semiconductores las exportaciones automotrices habrían alcanzado un crecimiento de 10 por ciento anual, para llegar a los dos millones 949 mil 986 unidades ligeras, superando la caída de la pandemia de Covid-19, gracias a la demanda de Estados Unidos.

En este sentido, el directivo añadió que las exportaciones mexicanas en general cerrarán el año en 470 mil millones de dólares, lo que refleja una recuperación de la pandemia en forma de “V” e incluso por arriba de los niveles del 2019, precisamente por el rebote económico del vecino del norte a donde se irían 82 mil 200 millones de dólares en mercancías este año.

Replantean reglas de origen. Por otro lado, Ruiz Huarte comentó que, de aprobar el legislativo de Estados Unidos la iniciativa para otorgar incentivos fiscales a los autos eléctricos, para promover la producción nacional de autopartes de este tipo de vehículos, se tendrían que adecuar las reglas de origen de la industria automotriz integradas en el T-MEC.

“Depende de cómo se maneje el mercado y, sobre todo, los precios, porque si son mucho más caros que los de combustión interna, el mercado no será tan grande, pero sí habrá que ver qué tanto México puede cumplir con las nuevas reglas de origen, porque cambian totalmente en las partes, y si hay medidas en las que el Gobierno americano subsidie la producción de autos eléctricos, pues sí está violando el acuerdo, pero si no lo hace estaría dentro del marco legal”, precisó.

La AMIA comentó que coincidió con la postura de la Secretaría de Economía (que envió un escrito a los representantes del Congreso de EU) al señalar que es una medida discriminatoria de los productos que no son fabricados en esta nación y sí sería violatoria del T-MEC.