En la región Puebla-Tlaxcala, un millón 331 mil 97 personas estuvieron en condiciones críticas de trabajo durante el cuarto trimestre de 2022. Esto quiere decir que cerraron el año contratadas solo para trabajar menos de 35 horas a la semana. O bien, trabajaron más horas pero recibieron ingresos inferiores al salario mínimo.
Además, en el último tramo del año pasado, 105 mil 848 personas de la región no lograron ser contratadas a pesar de buscar un empleo y manifestar estar dispuestas a laborar. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que publica este lunes el INEGI.
Los datos señalan que en Puebla 84 mil 247 personas estuvieron desempleadas. Esto equivale a una tasa de desempleo de 2.8 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), una de las más bajas a nivel nacional. Incluso menor a la nacional que fue de 3.0 por ciento.
Sin embargo, en los otros dos criterios que miden la informalidad laboral y las condiciones críticas de ocupación, el INEGI registró un 71.3 por ciento de informalidad laboral. Es decir, 2 millones 90 mil 733 poblanos trabajaron sin contrato ni prestaciones o se autoemplearon, mientras que un millón 70 mil trabajaron más o menos horas y recibieron menos del salario mínimo.
Puebla fue el quinto estado con la mayor tasa de informalidad laboral. Sólo después de Oaxaca (81.2%), Guerrero (79%), Chiapas (75.2%), Hidalgo (71.1%) y por encima de la media nacional (55.1%). Respecto a las condiciones críticas, la entidad fue la segunda con el nivel más alto después de Chiapas y por arriba de la media nacional de 29.1 por ciento.
Por su parte, en Tlaxcala hubo 21 mil 601 personas desempleadas, lo que equivale al 3.3% de la PEA, una tasa por arriba de la media nacional de 3.0% y la octava más alta.
Esta entidad además reportó una tasa de informalidad laboral de 69.8% y de condiciones críticas de ocupación de 41.6%. Lo quiere decir que 260 mil 806 tlaxcaltecas trabajaron menos horas a las semana a las necesarias para tener ingresos justos. Y 437 mil 602 personas trabajaron sin contrato, sin prestaciones o en el autoempleo.
En estas dos realidades del mercado laboral en Tlaxcala se ubicó por arriba de la media nacional y entre las 10 primeras con los niveles más altos de informalidad, condiciones críticas y desempleo.
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