En los estados de Puebla y Tlaxcala la población que vive en pobreza laboral no puede adquirir de manera completa la canasta alimentaria con los ingresos obtenidos a través de su trabajo, así lo da a conocer un estudio de BBVA México.
Las cifras señalan que la población en pobreza laboral en Tlaxcala sólo puede comprar el 53 por ciento de la canasta básica, mientras que en el estado de Puebla la población en esta condición puede adquirir el 51 por ciento. Ambas entidades se ubican en las posiciones 1 y 2 con respecto al porcentaje de compra de la canasta alimentaria con el ingreso que obtuvieron durante el primer cuatrimestre de 2024.
Incluso Puebla y Tlaxcala se ubicaron por encima del promedio nacional sobre la capacidad de compra que fue del 42.3 por ciento de la canasta alimentaria entre la población con pobreza laboral. En los estados de Baja California, Guerrero y Colima se registraron los porcentajes más bajos con el 30 por ciento.
Esto está lejos de ser positivo debido a que el primer reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) coloca a Puebla y Tlaxcala en las posiciones 9 y 8 respectivamente con el mayor porcentaje de población con ingresos inferiores al costo de la canasta básica; es decir, en Puebla el 43.9 por ciento de la población vive en pobreza laboral y el 45.1 por ciento en Tlaxcala: uno de cada dos pobladores.
Sin embargo, las variaciones anuales de los dos indicadores, el de BBVA y Coneval, señalan una mejoría en los dos estados. Por un lado, la proporción promedio del ingreso laboral per capita respecto al valor de la canasta alimentaria entre la población en condición de pobreza laboral en Puebla y Tlaxcala creció apenas 1.5 puntos porcentuales, es decir, la población pudo comprar más productos de la canasta alimentaria.
Por otro lado, el reporte sobre el primer trimestre de 2024 del Coneval refiere que el ingreso laboral real creció 7.3 por ciento en Puebla y apenas 0.3 por ciento en Tlaxcala con respecto al mismo periodo de 2023.
El informe de BBVA Research precisa que la capacidad de compra con los ingresos laborales de la población en México afecta más a las mujeres que a los hombres. La brecha de género es evidente debido a que un hombre puede adquirir el 46.9 por ciento de la canasta alimentaria, mientras que una mujer solo puede cubrir el 33.7 por ciento.
En contraste, la población que está fuera de la línea de pobreza laboral puede obtener entre 8 y 5 canastas alimentarias con sus ingresos, un dato que muestra la desigualdad social en el país, sobre todo si consideramos que el 35.8 por población en México vive en pobreza laboral.
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