Es una de las profesiones más rudas, con largas jornadas de trabajo bajo el sol o la lluvia. Son los que construyen y van dando forma a las ciudades
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe), en Tlaxcala hay 18 mil 900 albañiles y 32 mil 300 trabajadores de apoyo a la construcción en una de las zonas del país con el peor salario mensual: los datos indican que un albañil gana 6 mil 560 pesos mensuales y los ayudantes 4 mil 900 pesos, a diferencia de Baja California Sur, Quintana Roo y Nuevo León cuyos salarios oscilan entre los 8 mil 800 y 7 mil 500 pesos mensuales.
A propósito del Día de la Cruz que se celebra este 3 de mayo, se trata de una de las profesiones más rudas, con largas jornadas de trabajo bajo el sol o la lluvia. Son los que construyen y van dando forma a las ciudades; por lo general, su ocupación es eventual, informal.
Con la pandemia y la especialización de las obras, los artesanos de la construcción han tenido que extender sus conocimientos, muchas veces adquiridos de forma empírica, para no solo construir las viviendas sino realizar los acabados.
Destaca que solo 475 de los trabajadores de la construcción en Tlaxcala son mujeres, es decir, apenas el 0.9 por ciento del total, de los cuales, 73 son mujeres albañiles y 406 trabajadoras de apoyo a la construcción. Los datos revelan que el número de mujeres albañiles disminuyó entre el tercer y el cuarto trimestre de 2021 debido a la pandemia y el confinamiento social, con una pérdida de 69.
La diferencia de género no solo se ve en el número de tlaxcaltecas dedicados a esta labor, también se mira en los salarios. Y es que mientras un albañil gana en promedio 6 mil 560 pesos mensuales, una mujer dedicada al mismo trabajo gana apenas 4 mil 500 pesos; la cifra es menor con respecto a las mujeres en trabajos de apoyo con un salario mensual de 2 mil 500 pesos.
Este día tiene su origen en las costumbres de la iglesia católica con el propósito de venerar la cruz que es el símbolo de dios representado en las tres personas: padre, hijo y espíritu santo. Los festejos coinciden con la temporada de lluvia que, para la iglesia católica, significa las fechas de fertilidad y la vida.