Volkswagen ha inaugurado su primera planta para el reciclaje de baterías de automóviles eléctricos, ubicada en la ciudad alemana de Salzgitter.

La división de componentes del grupo automovilístico Volkswagen ha inaugurado su primera planta para el reciclaje de baterías de automóviles eléctricos, que está ubicada en la ciudad alemana de Salzgitter.

Con la entrada en funcionamiento de esta planta piloto, el consorcio alemán da un paso más en su compromiso hacia la responsabilidad integral y sostenible de toda la cadena de valor de la batería del vehículo ‘cero emisiones’.

El objetivo es la recuperación industrializada de materias primas valiosas como el litio, el níquel, el manganeso y el cobalto en circuito cerrado junto con el aluminio, el cobre y los plásticos, consiguiendo a largo plazo una tasa de reciclaje superior al 90%.

En este sentido, la planta de Salzgitter no solo recicla las baterías que ya no se pueden utilizar para otros fines, sino que antes se realiza un análisis que determina si este componente todavía es lo suficientemente potente como para que se le dé una segunda vida en los sistemas de almacenamiento de energía móviles.

La factoría ha sido diseñada para reciclar unas 3.600 baterías por año durante la fase piloto, lo que equivale a casi 1.500 toneladas, ya que no se esperan mayores volúmenes de devolución de baterías hasta finales de la década de 2020. En el futuro, el sistema se puede ampliar para manejar cantidades más grandes, ya que el proceso se optimizará «constantemente».

«El grupo Volkswagen Componentes ha dado un paso más en su responsabilidad integral sostenible de la batería como un componente clave de la movilidad eléctrica. Estamos implementando el ciclo de materiales reciclables sostenibles y desempeñamos un papel pionero en la industria en una temática orientada al futuro», ha reivindicado el responsable de la división Técnica de Volkswagen y presidente de Volkswagen Componentes, Thomas Schmall.

Para evitar un alto consumo energético y ahorrar emisiones de dióxido de carbono (CO2), los sistemas de baterías usados se entregan, se descargan y se desmontan. Las partes individuales se muelen en granos en una trituradora y luego se secan.

«Además de aluminio, cobre y plásticos, el proceso también produce un valioso ‘polvo negro’, que contiene materias primas importantes para las baterías, como litio, níquel, manganeso y cobalto, así como grafito. Posteriormente, colaboradores especializados llevan a cabo la separación y el procesamiento de las sustancias individuales mediante procesos hidrometalúrgicos, utilizando agua y productos químicos», ha explicado Volkswagen.

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